Los muertos que vos matáis...

Editado por Maite González Martínez
2020-02-19 08:37:32

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Hebe de Bonafini, fundadora y presidenta de la organización argentina Madres de Plaza de Mayo desmiente falsa noticia sobre su muerte. Foto / Página12

Por: Guillermo Alvarado

Mujer de extraordinario valor personal, humano y político, Hebe de Bonafini, fundadora y presidenta de la organización argentina Madres de Plaza de Mayo, desmintió ella misma, no sin cierto humor, la noticia de su fallecimiento con la conocida frase de “los muertos que vos matáis, gozan de buena salud”.

Informaciones sobre una supuesta enfermedad grave y más tarde de su muerte comenzaron a correr, sobre todo por las redes sociales, cuando en realidad Hebe, de 91 años, estaba descansando en casa de su hija.

Incluso se recibió el pésame de la Organización de Estados Americanos y su secretario general, Luis Almagro.

La incansable luchadora por los derechos humanos apuntó que eso sólo demuestra que la OEA es capaz de repetir cualquier cosa que escucha.

La historia de esta mujer es una lección de coraje por su apego a la búsqueda de la solidaridad, la justicia y la verdad sobre los crímenes ocurridos en nuestra región durante los oscuros años de las dictaduras militares en la segunda mitad del siglo pasado, cuando murieron o desaparecieron cientos de miles de personas.

Ella misma cuenta que era una esposa, madre de tres hijos y ama de casa encajada en los moldes tradicionales de la sociedad, de donde la sacó la más brutal de las realidades tras el secuestro y la desaparición por los aparatos de seguridad argentinos de sus dos vástagos varones.

Jorge Omar le fue arrancado en febrero de 1977 y Raúl Alfredo sufrió la misma suerte en diciembre. En mayo de 1978 desapareció su nuera, esposa de Jorge.

Aquel fue el rayo que cambió su vida para siempre y la mujer sencilla se transformó en la madre militante que salió a las calles, cuando muchos se escondían, a exigir que se aclarara el destino de sus descendientes.

Con una contundente simplicidad lo explicó así: “el encuentro y el ansia compartida con otras madres que sentían igual anhelo que el mío, me han puesto en un mundo nuevo, me han hecho saber y valorar muchas cosas que no sabía y que antes no me interesaba saber”.

Desde 1979 preside la organización Madres de Plaza de Mayo, que adoptó el nombre del lugar donde periódicamente se reunían para hacer público su reclamo, entregar comunicados y denuncias, muchas veces ante la indiferencia de los transeúntes y, por supuesto, de los opresores militares.

Por su lucha ha sufrido persecución, amenazas y agresiones, pero su persistencia y valor le ganaron el reconocimiento nacional e internacional y hoy día es una personalidad indispensable en la lucha por la justicia y el respeto a la vida.

Para suerte de nosotros, la noticia de su muerte fue una falsedad, aunque algunos se habrán alegrado, quizás el mismo Almagro, poco contentos con su lucha.

Porque ella misma lo ha dicho: “Rebeldes, locas, prepotentes; nos paramos ante el poder y dijimos «acá estamos». Pusimos el cuerpo que es lo único que tenemos para poner”, y agregó también que: “vencimos a la muerte, queridos hijos. Vencimos al verdugo […] con esos hijos que nos nacieron después, estamos sembrando un nuevo camino, que no deja de ser revolucionario, construyendo, marchando junto a quienes nos necesitan”. Larga vida, Hebe de Bonafini.



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