Por: Roberto Morejón
La administración estadounidense suele imponer sus coerciones a otros países sin enmascaramientos, aunque intentó recientemente hacer creer en una alegada asistencia a Cuba durante la presente pandemia mundial.
El subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak, escribió en Twitter que las sanciones a la mayor de las Antillas NO impiden la adquisición de alimentos, medicinas y otros renglones para luchar contra la COVID 19.
Según la reflexión retorcida del gobierno de la nación norteña, la mayor de las Antillas se bloquearía a sí misma y preferiría pagar el doble por un medicamento en Asia, en lugar de adquirirlo en el cercano Washington.
Las peregrinas afirmaciones del pertinaz agente anticubano Michael Kozak chocan con la realidad, porque La Habana buscó infructuosamente comprar medios en Estados Unidos para robustecer su parque contra la incidencia del virus SARS-cov-2.
Funcionarios cubanos encontraron negativas o vacilaciones de las empresas consultadas, incluso de algunas que aparentaban estar listas para la transacción, pero desistieron.
La razón es simple ya que los interlocutores expusieron temor a sanciones por el bloqueo estadounidense.
Por esa causa, proveedores de la referida nacionalidad comunicaron a directivos de la entidad Medicuba el escollo de entregar ventiladores pulmonares.
Simplemente, los accesorios artificiales convenidos fueron comprados por una compañía estadounidense.
Recuérdese que los ventiladores son decisivos en el tratamiento de los pacientes aquejados por la COVID-19.
De manera que la negativa al suministro supone un daño notorio, aunque es justo consignar que la responsabilidad recae en quienes desde la Casa Blanca aprietan los cerrojos del asedio económico al vecino caribeño.
Por ese origen una agencia transportista desistió de acarrear a Cuba un cargamento de mascarillas y material sanitario donados por una empresa china, y la valiosa carga demoró en arribar a su destino.
La nueva manifestación de los inconvenientes de Cuba para contratar recursos esenciales en el mercado estadounidense llegó en momentos de reiterados llamados de personalidades políticas y organizaciones civiles en el mundo al gobierno estadounidense para suspender su asedio a la nación antillana, Venezuela e Irán ante la pandemia.
Los funcionarios estadounidenses pregonan que NO están cerradas las puertas a Cuba para tramitar insumos y que sus cortapisas solo afectan al gobierno, pero solo es demagogia y falacia.