Por: Roberto Morejón
El abrupto desencadenamiento de una pandemia de origen respiratorio paralizó la economía, el comercio y las conexiones aéreas en el mundo y, por consiguiente, quedaron varadas personas en naciones adonde viajaron, un fenómeno del cual no escaparon algunos cubanos.
La mayor de las Antillas incluyó en su abarcador plan nacional de prevención y enfrentamiento a la COVID-19 la atención y posible ayuda a cubanos atrapados en un limbo en otras latitudes.
De visita privada o por otras causas en terceros países, algunos de ellos vieron con pesadumbre cómo los enlaces aéreos llegaron a su fin, en medio del aislamiento al que se sometió el mundo.
Las autoridades cubanas informaron sobre el monitoreo, asesoramiento y otro tipo de asistencia a compatriotas atascados en lugares imprevistos, para cuya contingencia NO estaban aptos.
De acuerdo con informes oficiales, gracias a las gestiones del gobierno cubano en coordinación con sus contrapartes, ha sido viable facilitar el regreso de más de 2 mil ciudadanos en la condición de varados, un término acuñado por el SARS-CoV-2.
Consulados cubanos brindaron información a los nacionales obstruidos en el exterior sobre la evolución de la COVID-19 en el archipiélago caribeño.
Igualmente les comunicaron sobre los trámites consulares y los mecanismos legales en los Estados donde se encuentran.
También saludaron iniciativas de movimientos de solidaridad para asistir en lo posible a cubanos con recursos menguantes.
Los esfuerzos continúan para, según resulte practicable, atender las solicitudes de retorno de quienes están envueltos en tan inesperada situación, aunque la parálisis de los aviones conspira contra el empeño.
Cuba se preocupa por la salud y suerte de los nacionales sorprendidos fuera de casa por el desarrollo de un azote mundial, de impacto letal. NO pocos de ellos anhelan contar nuevamente con la cobertura de salud gratuita y profesional vigente en la mayor de las Antillas.
El regreso ordenado y seguro de ciudadanos cubanos en tales apremios continúa como un propósito, si bien aquí se sienten los efectos del recrudecimiento del bloqueo estadounidense y del frenazo de la economía mundial.
La vuelta de centenares de compatriotas, entre ellos ilustres deportistas en misiones en el exterior, pone de relieve que desde acá continúa el monitoreo de la situación de los que permanecen inmovilizados muy a su pesar.