Por: Roberto Morejón
Desde la estratégica confluencia de varias corrientes en
La conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores en 1939 fue la primera convocada por la agrupación de referencia, a tres meses de efectuarse su congreso constituyente.
El proceso de cohesión resultó harto difícil por la atomización de los colectivos asalariados en
El dirigente laboral histórico Lázaro Peña puso de relieve la importancia de aunar las diferencias de opinión hacia un fin grandioso.
Bajo ese prisma, la central sindical mantuvo el signo unitario de las celebraciones del primero de mayo hasta mil 947.
Elementos mafiosos a la sombra del gobierno de turno y el anticomunismo visceral impusieron su tónica y los gremios volvieron a escindirse.
Eran tiempos de evocar la fiesta proletaria en ámbitos cerrados, porque bajo la dictadura de Fulgencio Batista, por ejemplo, era un delito demandar derecho al trabajo, asistencia médica y justicia social.
Con el triunfo de
Desde entonces volvió a sobresalir el júbilo en las conmemoraciones del primero de mayo.
Existían razones para aglutinar fuerzas de obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales y combatientes de las instituciones armadas.
Los primeros de mayo pasaron a convertirse en manifestaciones de pueblo unido, reafirmación revolucionaria y denuncia del bloqueo estadounidense.
En 2020 NO será la excepción, aunque los cubanos evocarán el Día Internacional de los Trabajadores, en honor a los Mártires de Chicago, bajo una modalidad distinta a las tradicionales marchas.
Desde su aislamiento social por la pandemia que azota a
Desde esa posición podrán pensar en una idea formulada por el presidente de
El dignatario destacó que el único modo de resolver los problemas del país es preguntar cuánto puede hacer cada uno para el crecimiento colectivo.
Tal examen sería oportuno realizarlo desde cada hogar este primero de mayo, en medio de la ofensiva para atenuar el impacto del nuevo coronavirus y del intensificado bloqueo estadounidense.