Por: Roberto Morejón
Cuba subrayó la necesidad de la unidad global y la cooperación, denunció los efectos de los programas neoliberales sobre los sistemas de salud y auguró la continuidad de su modesta contribución médica.
El presidente cubano, Miguel Díaz Canel, hizo una intervención memorable en la reunión cumbre virtual del Grupo de Contacto del Movimiento de los NO Alineados, en respuesta a la COVID-19 .
La mayor de las Antillas reafirmó allí su disposición a compartir lo que tiene, NO lo que le sobra, con otros pueblos.
Y lo hará en medio de enormes sacrificios para responder al desafío de la enfermedad.
Con abnegación trabajan los cubanos para sostener un compacto sistema de salud pública gratuita que responde eficientemente a la pandemia.
La nación caribeña reafirmó su apoyo a los NO Alineados y le atribuyó un papel preponderante en momentos cruciales.
Ahora es necesario coordinar iniciativas y recursos para salvar al mundo ante el empuje de un enemigo invisible, pero letal.
Como acentuó el dignatario cubano en la reunión virtual de los NO Alineados, son tiempos de respaldar más que nunca a la Organización Mundial de la Salud.
Es así porque los Estados tienen limitadas sus capacidades en el enfrentamiento eficaz a la COVID-19 .
La patria de José Martí también estima prioritaria la eliminación en el mundo de las medidas coercitivas unilaterales violatorias del Derecho Internacional.
Cuba padece sus efectos por el recrudecimiento de las sanciones estadounidenses e incluso, como denunció el estadista Miguel Díaz Canel, su embajada en Washington fue blanco de un ataque terrorista.
Muchas de las ideas de Cuba coinciden con pronunciamientos centrales contenidos en la Declaración de la Reunión Cumbre.
Por ejemplo, el Movimiento integrado por 120 países se manifestó a favor del multilateralismo con la ONU en su centro.
Ello debe ser convenientemente interpretado por la administración estadounidense, empeñada en el unilateralismo y en adoptar políticas egoístas.
Para Cuba, constituye una acertada idea de los NO Alineados la creación de un grupo de tarea para confeccionar una base de datos con las premuras humanitarias y de salud de los Estados miembros.
La atinada iniciativa de convocar a una reunión virtual de los NO Alineados ante la COVID-19 colocó a la agrupación en un sendero más desbrozado para responder ante lo que el Primer Mandatario cubano ha llamado “la fragilidad de un mundo fracturado y excluyente”, más visible a causa de la devastadora pandemia.