Por Maria Josefina Arce
Los grandes medios de comunicación han tratado desde hace sesenta años silenciar los logros de Cuba. Sus avances en la salud, educación y la ciencia, entre otras esferas, no se mencionan o son minimizados. La Mayor de las Antillas es en muchas ocasiones solo mencionada para desarrollar campañas de descrédito o alentar acciones subversivas.
Millones de dólares ha gastado Estados Unidos con ese fin en los últimos años desde el denominado Plan Bush, que lanzado en 2004 bajo el mandato de George W. Bush buscaba como tantas otras veces anexarse al archipiélago y sesgar su independencia y soberanía.
La llegada de las nuevas tecnologías ha agudizado esa guerra mediática, que tiene en Estados Unidos su epicentro. Con el dominio de las redes sociales ha buscado incrementar las presiones contra el pueblo cubano, que no ha sucumbido al genocida bloqueo económico, comercial y financiero.
Es harto conocido que desde las redes sociales Estados Unidos con sus mercenarios, asentados en su gran mayoría en territorio estadounidense y otros pocos en suelo cubano, intenta alentar el caos en el país caribeño e incentivar protestas contra el gobierno.
En su guerra cibernética ha creado algunas redes como en 2010 la llamada Zunzuneo, dirigida a los jóvenes y conocida como el twiter cubano. Puesta en marcha por la USAID, Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo, una tapadera de la CIA, Agencia Central de Inteligencia, pretendía generar un cambio de gobierno en la Mayor de las Antillas.
Con más de 300 millones de usuarios, Twiter es una de las redes sociales mas populares a nivel mundial, que ha sido empleada con esos fines políticos de quitar gobiernos o impedir la llegada al poder de otros que responden a los intereses de los más humildes y no de la Casa Blanca.
En numerosas ocasiones Twitter ha suspendido las cuentas de medios cubanos de prensa como el sitio digital Cubadebate, el diario Granma, de organizaciones como la UJC, Unión de Jóvenes Comunistas, y de funcionarios del gobierno.
También se han visto afectadas cuentas personales de periodistas de estos y otros medios, así como de espacios televisivos que brindan amplia información al pueblo como el conocido Mesa Redonda y de ministerios y otras instituciones.
Ahora nuevamente ha sido la UJC la escogida para ser silenciada, con el viejo pretexto de que esas cuentas violan sus reglas. Como ha enunciado la organización se trata de que no se oiga la voz de los jóvenes cubanos.
En tiempos de pandemia intenta Estados Unidos que se desconozca la solidaridad de los cubanos. Se busca minimizar la ayuda médica a naciones de todos los continentes en el enfrentamiento a la COVID 19.
Pero el mundo se ha encargado de resaltar la asistencia cubana, que califica de invaluable, al tiempo que critica la política hostil estadounidense y demanda el fin del bloqueo que se mantiene con fuerza y dificulta la respuesta de Cuba a la COVID 19.