Por Maria Josefina Arce
Las autoridades sanitarias mundiales han advertido en reiteradas ocasiones de la importancia de la vacunación para evitar el contagio y disminuir el número de muertes en el planeta por enfermedades infecciosas.
Una de las mas contagiosas y graves es el sarampión, que tiene una alta letalidad entre los menores de cinco años, a pesar de existir vacunas seguras y eficaces. De acuerdo con la OMS, Organización Mundial de la Salud, entre 2000 y 2017 la inmunización contra esa dolencia logró evitar mas de 21 millones de muertes.
La aparición de la COVID 19 y su rápida propagación por el orbe podría echar por tierra los esfuerzos de los últimos años en materia de inmunización, una labor que no ha estado exenta de obstáculos por el deficiente acceso de las naciones más pobres a las vacunas y la oposición incluso, de muchas familias a esta práctica.
Los expertos estiman que el actual escenario podría llevar a un aumento de la cifra de muertos por otras dolencias, ante la interrupción de los programas y campañas de vacunación. De hecho la OMS y el UNICEF, Fondo de la ONU para la Infancia, alertan sobre el peligro que corren unos 80 millones de niños.
Además del riesgo que conlleva la COVID 19, estos menores se enfrentan también en mayor grado a contraer enfermedades infecciosas como el sarampión y la poliomielitis, que todavía causan en el mundo un número elevado de decesos.
Estas organizaciones afirman que la prestación de servicios de inoculación se ve actualmente obstaculizado en al menos 68 países por la actual situación sanitaria mundial, que ha llevado al confinamiento y al despliegue del personal médico al enfrentamiento a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Para las autoridades sanitarias mundiales es necesario, en la medida en que las condiciones lo permitan, retomar las campañas y programas de vacunación para disminuir el riesgo de contraer otras dolencias.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, señaló que no se puede dejar que la lucha contra una enfermedad se produzca a expensas de los avances a largo plazo contra otras, por lo que urge reiniciar las inmunizaciones pues se corre el riesgo de cambiar un brote mortal por otro.