Por Maria Josefina Arce
Compleja es la situación en gran parte de las Américas, donde en la actualidad se localizan dos de las naciones con el mayor número de contagiados y fallecidos por la COVID 19: Estados Unidos y Brasil. Hoy la región sobrepasa los dos millones 500 MIL casos y presenta una letalidad cercana al seis por ciento.
En medio de este crítico panorama, se destaca sin dudas, el tremendo trabajo de Cuba, que a pesar del mantenimiento del bloqueo norteamericano e incluso, su recrudecimiento al impedir la adquisición de insumos médicos necesarios, ha logrado controlar la situación, aunque mantiene una estrecha vigilancia epidemiológica.
De acuerdo con las informaciones, la Mayor de las Antillas es el país de Latinoamérica que más porciento de recuperados muestra hasta el momento, y uno de los 20 a nivel mundial con ese índice favorable.
Ha sido un esfuerzo de todos. De un trabajo mancomunado de las autoridades del archipiélago, de las distintas provincias, municipios y de los diversos ministerios y organizaciones.
Cuba ha atacado por todos los flancos, con la adopción de innumerables medidas y la búsqueda activa de posibles casos de infectados con la enfermedad. Una tarea a la que, como ya hemos mencionado, se incorporaron los estudiantes de medicina cuya labor ha sido resaltada por las autoridades.
También se ha protegido de manera especial a los sectores más vulnerables como las personas de la llamada Tercera Edad, que en muchos casos presentan otras enfermedades de riesgo como diabetes y cardiopatías.
Como parte de la estrategia de prevención de la COVID 19 se utiliza igualmente el medicamento Biomodulina T. Producido en nuestro territorio para aumentar las defensas del organismo, se ha aplicado a grupos vulnerables, entre los que se encuentran los adultos mayores, el personal de la salud, los contactos sospechosos y a aquellas personas inmunodeprimidas.
El tremendo esfuerzo desplegado muestra alentadores resultados. Aunque si bien las cifras de contagiados de los últimos días han disminuido el riesgo sigue presente, máxime ante la compleja situación internacional. Por eso Cuba no descansa y sin prisas y con gran rigurosidad se pasará a la etapa de recuperación.