Por María Josefina Arce
En la estrategia socioeconómica, aprobada recientemente por el Consejo de Ministros de Cuba, se prevén 11 medidas que atañen al sistema presupuestario, las cuales buscan sea más flexible y apoyen en mayor grado al desarrollo económico sostenible del país.
Las disposiciones están llamadas a un equilibrio entre la generación de ingresos al presupuesto para, además de financiar los gastos sociales, contribuya aún más al avance económico de la nación.
En su intervención en el programa televisivo Mesa Redonda, la ministra cubana de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, afirmó que se quiere generar ingresos pero manteniendo las conquistas sociales de la revolución.
Y entre los logros está un sistema sanitario fuerte y consolidado, que ha permitido dar una respuesta adecuada a la COVID 19. Más de mil millones del presupuesto, que tuvo que ser ajustado, se destinaron a ese sector para la atención de los enfermos, personal médico y producción de medicinas.
Cada año Cuba destina una cifra considerable de recursos no solo a la salud, sino también a otros sectores tan importantes como la educación y la seguridad social, que beneficia a sectores vulnerables de la sociedad como el adulto mayor. Sólo en los últimos años el estado erogó más de siete Mil millones de pesos para pensiones y jubilaciones.
De hecho la Mayor de las Antillas ha sido reconocida por organismos internacionales como una de las naciones latinoamericanas que más invierte en áreas de beneficio social.
El presupuesto del pasado año destinó 51 por ciento a la salud y educación, mientras que el del presente garantizaba un 28 por ciento al sistema sanitario y un 24 por ciento al educativo.
Ahora no será diferente, pero el esfuerzo está igualmente encaminado a que el presupuesto ayude de manera más dinámica al desarrollo socioeconómico del país. De ahí el apoyo a las inversiones en la producción de bienes y servicios, que al final se revierten en un mejoramiento de las condiciones de vida de todos los ciudadanos.