Cuba atenta ante el paso de tormenta tropical Laura. Foto: Insmet.
Por: María Josefina Arce
Aunque a su paso como tormenta tropical Laura dejó daños materiales en el fondo habitacional, redes eléctricas y en la agricultura, Cuba no tuvo que lamentar la pérdida de vidas humanas.
Otra vez se puso en marcha el sincronizado mecanismo de la Defensa Civil, que en esta ocasión también tuvo que tener en cuenta la presencia en el país de la COVID 19 y la observancia por tanto, de las medidas para evitar su propagación.
La Defensa Civil cubana tiene un alto prestigio a nivel mundial por su rápida respuesta ante fenómenos naturales. En reiteradas ocasiones organismos internacionales han destacado su oportuno accionar y la han señalado como un ejemplo a seguir.
En esta oportunidad no ha sido distinto y la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial, Claire Nullis, resaltó que Cuba en su planificación de emergencia ante la tormenta tropical Laura, no descuidó su enfrentamiento a la COVID 19 que añadía mayor complejidad al panorama.
En esos planes, subrayó la funcionaria, las autoridades cubanas incluyeron el uso de mascarilla y el distanciamiento social.
De igual forma se mantuvieron, aún en medio del paso de Laura, las pesquisas activas y de laboratorio.
La amplia información ofrecida por el Instituto de Meteorología, que desde la formación de Laura mantuvo una estrecha vigilancia, posibilitó coordinar con tiempo las acciones para preservar la vida de los ciudadanos ante el fenómeno natural y la pandemia.
En cada territorio se adoptaron las medidas necesarias y todos los recursos humanos y materiales se pusieron enn función de minimizar las afectaciones y posteriormente en la recuperación de los daños ocasionados.
Cuba se prepara y crea las condiciones desde que comienza la temporada ciclónica, que abarca del primero de junio al 30 de noviembre, porque preservar la vida de sus ciudadanos y sus bienes es la máxima prioridad del gobierno.