Las medidas, que entran en vigor este lunes, tienen como único fin la preservación de la vida de la población. Foto: Osvaldo Guttierez /ACN
Por: Roberto Morejón
La pandemia por el nuevo coronavirus tenía a los cubanos concentrados en un rebrote en el occidente del archipiélago, cuando la central provincia de Ciego de Ávila resaltó por un comportamiento similar.
Gracias a la alerta permanente en el país, las autoridades de salud NO quedaron desconcertadas ante los contagios en Ciego de Ávila.
Fue así a pesar de que el territorio reportó en 11 días la tercera parte de los infectados atendidos en los primeros tres meses de pandemia por la COVID-19.
Después de la etapa preliminar, Ciego de Ávila avanzó hacia la recuperación, pero ante la más reciente situación inquietante en seis municipios, fue ineludible retroceder.
Las fuerzas en el territorio central vigorizaron el enfrentamiento a la pandemia con énfasis en las posibles vulnerabilidades.
Con limitación de movimiento para cumplir con el aislamiento social, los avileños tratan de contrarrestar la dispersión de casos de COVID-19.
El enfrentamiento al repunte ocurre mientras esa provincia cubana impulsa ambiciosos planes agrícolas e industriales.
Ciego de Ávila mantiene igualmente los aseguramientos del polo turístico Jardines del Rey, donde llegan visitantes extranjeros.
Entretanto, el occidente del archipiélago cubano prosigue su titánica labor para atenuar rebrotes en municipios de las provincias de Pinar del Río y Artemisa.
La Habana continúa como la provincia con mayor complejidad epidemiológica, aunque con las drásticas disposiciones adoptadas debe bajar la tasa de incidencia por cada cien mil habitantes.
Los capitalinos viven los rigores de la restricción de movimientos entre municipios, cierres de fábricas cuyas producciones no son continuas y prohibición de desplazamiento en horario nocturno.
La trayectoria de la pandemia en Cuba desde agosto hasta el presente pone de relieve la importancia de observar rigurosamente las prácticas higiénico-sanitarias así como desterrar la complacencia y optimismo injustificados.
La vacuna preventiva soñada no está al alcance por muy prometedores que sean una treintena de ensayos en diversos países.
Muchos cubanos residentes en lugares comprometidos están obligados a sacrificar el ocio y postergar reuniones familiares.
Todos deben cumplir las reglas dictadas para cada fase de recuperación o transmisión autóctona limitada, pues se trata de salvar vidas ante un enemigo letal.