Severidad de pandemia no impide en Cuba atención a bajos índices de natalidad

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2020-09-08 08:04:52

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Foto: Archivo/RHC.

Por: Roberto Morejón

Si bien hay razones para entender la necesidad de concentrar esfuerzos en la neutralización de la COVID-19, en Cuba prosigue atinadamente entre las primacías el problema del envejecimiento poblacional y la baja natalidad.

Las autoridades destacaron recientemente la continuidad de los análisis acerca de disposiciones futuras para incentivar los nacimientos.

Téngase en cuenta que en 2019 el número de alumbramientos cayó en Cuba en seis mil 617 en relación con la etapa precedente.

Variadas son las opciones en examen ante la urgencia dictada también por el acelerado envejecimiento poblacional, pues 20,8 por ciento de los cubanos tiene 60 años o más.

En ese contexto intrincado, las autoridades estiman vital otorgar viviendas con la mayor rapidez posible a madres con tres o más hijos menores de 12 años.

La prensa cubana subrayó el carácter nacional de ese enfoque, con énfasis en 32 municipios de nueve provincias con empinado envejecimiento y declinante natalidad.

Hasta septiembre de 2019 más de 3 mil 100 madres recibieron atención a través de propuestas de financiamiento asignado, subsidios y procedimientos estatales.

Se trata de un avance aunque del total de ellas con tres o más hijos menores de 12 años, casi 28 mil 700 requieren faenas de construcción para sus hogares.

De ahí la importancia de ejecutar los procedimientos sugeridos para esas personas.

Los ejecutores de la reglamentación aprobada por el  gobierno central sobre el asunto habitacional son las autoridades municipales, aunque el país asignó en 2019 un financiamiento de 50 millones de pesos, la misma cantidad en dólares según el cambio oficial.

Por supuesto, junto a una mirada a la coyuntura de las progenitoras con tres o más descendientes menores de 12 años también es importante detenerse en otros requerimientos.

Sobre el tapete destaca la proyección de mayores capacidades en guarderías y más atención a padres y madres trabajadores.

No obstante, el recrudecimiento del bloqueo estadounidense y los daños a la economía por el cierre del turismo y la desarticulación del comercio mundial, pudieran hacer más compleja la instrumentación de las políticas sobre natalidad.

En cualquier escenario la decisión de otorgarle a ese asunto y al envejecimiento el relieve requerido continúa intacto, pues Cuba lleva más de 30 años con un índice de natalidad por debajo del reemplazo poblacional.



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