Europa se sumerge en la segunda ola de contagios por covid19. Imagen / Diario As.
Por: Guillermo Alvarado
La temida segunda ola de contagios por la covid-19 en Europa dejó de ser una amenaza para convertirse en realidad y especialistas advierten que durante los próximos dos meses, es decir octubre y noviembre, los niveles de mortalidad van a crecer de manera rápida y severa.
De acuerdo con la cadena de noticias Euro News algunos países están más afectados que otros, en particular Francia, donde se llegaron a registrar hasta 10 mil contagios en 24 horas, o España con 12 mil.
En el Reino Unido se decretó a partir del lunes la prohibición de reuniones de más de seis personas como medida para cortar la circulación del virus.
El profesor de Medicina Experimental del Imperial College, de Londres, Peter Openshaw, llamó a actuar rápido para evitar el empeoramiento de la situación.
Algo similar ocurre en la República Checa y Bélgica, sobre todo a medida que se abren las escuelas o muchas familias retornan luego de sus vacaciones.
Si bien de momento los niveles de mortalidad se mantienen estables, esto podría cambiar pronto advirtió el doctor Hans Kluge, director para Europa de la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Octubre y noviembre van a ser meses muy duros porque habrá un incremento de la cifra de fallecidos, estimó el galeno.
También señaló que es falso que el descubrimiento de una vacuna vaya por sí solo a detener la pandemia.
En declaraciones a la Agencia Francesa de Prensa agregó el funcionario de la OMS que "Ni siquiera sabemos si la vacuna va a ser eficaz para todos los sectores de la población. Recibimos algunas señales de que será eficaz para algunos pero no para otros".
Si se tiene que recurrir simultáneamente a distintos modelos de inmunizantes, eso será una pesadilla logística, por lo que se debe recurrir a otros métodos, como el compromiso colectivo para cumplir las normas recomendadas por las autoridades sanitarias locales e internacionales.
Lamentablemente eso es algo que no está ocurriendo en estos momentos. Por un lado mucha gente bajó la guardia cuando los casos disminuyeron notablemente, y por el otro surgieron grupos vinculados con la derecha radical opuestos al uso obligatorio de la mascarilla y el distanciamiento social.
No cabe duda de que lo ocurrido en Estados Unidos, donde el mismo presidente, Donald Trump, y sus seguidores más cercanos rechazan las medidas de protección, ha devenido mal ejemplo fuera de sus fronteras.
Hay la tendencia, incluso, de politizar el combate a la pandemia, en lugar de priorizar los criterios científicos y sanitarios para enfrentar el mayor desafío a la humanidad en el último siglo.
