Sembrar más para cubrir necesidades de los cubanos

Editado por Maite González Martínez
2020-09-30 08:22:25

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Getty Images

Por: Roberto Morejón

Las noticias sobre economía reflejan el rumbo perturbador de muchos países a causa del impacto de la pandemia por el nuevo coronavirus, fenómeno del cual no escapa Cuba.

Con resultados alentadores en la lucha contra la COVID-19 al estar por debajo de los mostrados en otras latitudes, Cuba debe sobrellevar los acentuados gastos de salud y los dirigidos a la garantía de alimentos.

Es comprensible entonces la encrucijada de este país pobre, sometido a férreo bloqueo de Estados Unidos y presionado por el cierre del turismo y el colapso del sistema de comercio mundial.

En ese contexto es válida la exhortación de dirigentes cubanos a cada ciudadano para aportar energías a la generación de alimentos.

La mayor de las Antillas solo dispondrá de los nutrientes creados por la agricultura local, un reto diferente al de años anteriores, cuando los productores dependían de las importaciones de insumos.

Hoy el país carece del presupuesto indispensable para adquirirlos en un mercado externo turbulento.  

Producir más con los escasos recursos a la mano figura como la disyuntiva a atender.

La premisa es tan válida que debe asumirse en la presente plantación de la época de frío.

Con limitaciones también en la esfera del combustible, campesinos, miembros de cooperativas y obreros agrícolas deben apelar a tradiciones, las ciencias y habilidades naturales para sortear limitaciones.

La utilización de productos orgánicos para suplir la ausencia de herbicidas y plaguicidas, el mejor uso de las máquinas de riego, fomentar polos productivos y sembrar en cualquier superficie, constituye el mandato de los cubanos.

Como nunca antes cobró actualidad el énfasis en el trabajo para alcanzar el autoabastecimiento municipal respaldado por la explicación oportuna sobre la situación del país.

Para alentar ese esfuerzo la economía adopta mecanismos más dinámicos como facilitar el acceso de empresas y trabajadores del campo a recursos básicos y la autorización a formas de gestión NO estatales a exportar fuera de fronteras.

Asimismo aplican incentivos fiscales a los exportadores a la espera de mayores aportes.

La información de que Cuba requiere tener sembradas al menos 130 mil hectáreas de tierra más en relación con las existentes hoy, debe ser interpretada como el resorte decisivo para diseñar planes individuales y colectivos más enjundiosos.



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