Chile escogió el cambio

Editado por Maite González Martínez
2020-10-26 21:23:32

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Por María Josefina Arce

Chile quiere una nueva Constitución. En una histórica jornada los chilenos se pronunciaron en las urnas por derogar la que rige actualmente en el país y que data de la época de la sangrienta dictadura militar del general Augusto Pinochet.

Arrasadora y contundente fue la victoria en el plebiscito constitucional de la opción Apruebo, que llevará a la redacción de otra Carta Magna y abre el camino a necesarias transformaciones.

La derecha sufrió un duro revés, su voto en contra de una nueva ley de leyes fue ampliamente superado y  apenas alcanzó poco más del 20 por ciento.

A esta consulta popular se llegó tras el estallido social de octubre de 2019 y que tuvo entre sus demandas un cambio del importante documento que consolidaba  el modelo neoliberal puesto en marcha por Pinochet y que ahondó las desigualdades.

La privatización fue uno de los pilares de Pinochet, presente en la Constitución, y por ello servicios básicos como la luz y el agua potable pasaron a manos particulares.

El documento, adoptado en 1980, minimizó el papel del estado y dió pie a un sistema educativo restrictivo, falta de acceso a la salud y magras pensiones.

Tampoco garantiza la protección y bienestar de los niños, ni reconoce a los pueblos originarios hasta hoy criminalizados.

La alta tensión social provocó que el cuestionado gobierno del presidente Sebastián Piñera y las fuerzas políticas aceptaron la realización del plebiscito, previsto en un inicio para abril pero que la presencia de la COVID 19 llevó a posponer hasta el presente mes.

El acuerdo fue considerado como una maniobra de los sectores dominantes para frenar la creciente acción ciudadana, que sin embargo, no renunció a sus demandas.

Aún en medio de la pandemia, fue alta la participación de los chilenos que buscan un cambio de un país que se presentaba como uno de los más prósperos de América Latina y escondía profundas diferencias sociales.

De hecho ha sido la votación más alta de los últimos ocho años, y que ha contado con una amplia asistencia de los jóvenes, un hecho sin precedentes.

Clave para este proceso que inicia ahora, es que la mayoría se haya pronunciado porque sea una convención constitucional la que se encargue de la redacción del nuevo documento.

Esta opción ganadora revela la desconfianza de los chilenos en las tradicionales fuerzas políticas de la nación austral, pues la convención estará conformada por miembros elegidos popularmente.

Chile sin dudas, vivió una histórica jornada este domingo. Con su mayoritario voto por una nueva Constitución,  la sociedad dejó clara su apuesta por un país más justo y digno, que deseche finalmente los mecanismos implantados por una dictadura que provocó decenas de miles de víctimas.



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