Coronavirus afecta el mundo
Por: Guillermo Alvarado
Aparte de los elevados costos humanos y sanitarios, la pandemia de covid-19 está provocando en casi todo el mundo una serie de perturbaciones económicas, entre las que sobresale el incremento descontrolado de la deuda, tanto de los países como del sector empresarial.
Un estudio realizado por los especialistas argentinos Francisco Cantamutto y Lucas Castiglioni, publicado en el diario Página 12, señala que en estos momentos las obligaciones ascienden a la alucinante cifra de 298 billones de dólares, es decir el 331 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.
Dicho de una manera más sencilla, para pagar todo lo que se debe en el sector público y el privado, habría que utilizar 3,3 veces toda la riqueza que se genera en un año, sin desviar un solo centavo para otros fines, algo que es prácticamente imposible.
Lo peor es que aún no se ha tocado fondo, porque si la pandemia dura más tiempo y empeora, como insisten en señalar todos los síntomas hoy día, la deuda será mucho más pesada.
No es un asunto que afecte nada más a las naciones pobres del mundo, que tienen casi como común denominador deber mucho más de lo que producen, porque también los países industrializados están en el atolladero.
Estados Unidos, por ejemplo, superó este año el monto de sus deudas por encima de lo registrado en 2008, cuando explotó la burbuja inmobiliaria y financiera e incluso más allá de la gran depresión de 1930.
Asimismo en Argentina, el gobierno de Cambiemos, encabezado por Mauricio Macri, dejó al país prácticamente en bancarrota, con obligaciones por encima de los 320 mil millones de dólares.
Aunque las nuevas autoridades lograron renegociar una parte de esta cantidad con un grupo de acreedores, todavía falta hacer lo mismo con el Fondo Monetario Internacional.
Según el Banco Mundial, la economía global está viviendo los momentos más difíciles desde la II Guerra Mundial y esta es la primera vez, desde los años 60 del siglo XIX que simultáneamente un grupo grande de países están en plena recesión.
La pérdida de empleos formales es muy elevada, lo que hace subir los indicadores de pobreza y pobreza extrema.
A menos que se hagan ajustes fiscales rigurosos, concluyen los especialistas, el costo de la deuda impedirá disponer de recursos para enfrentar la crisis sanitaria que, a su vez, deprimirá más a la economía.
La clásica serpiente que se muerde la cola o, mejor dicho, que se devora a sí misma.