Europa bajo fuego

Editado por Maite González Martínez
2020-11-04 07:46:52

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Ataque terrorista en Viena. EFE

Por: Guillermo Alvarado

El extremismo volvió a golpear nuevamente en Europa, esta vez en Austria, un país relativamente pacífico que hasta ahora había estado un tanto al margen de este tipo de acciones, que desde hace varios años causan temor entre la población de ese continente.

Justamente en la última noche antes de que se pusieran medidas restrictivas para contener la segunda ola de la pandemia de covid-19, un individuo armado de un fusil de asalto, una pistola y un machete, disparó desde varios puntos de la ciudad de Viena, donde mató a cuatro personas e hirió a casi veinte más.

De acuerdo con la policía, el tirador se movió rápidamente por distintos sitios del centro de la urbe y por precaución fue necesario evacuar el teatro de la Ópera, muy cercano al lugar de los hechos.

Al final las fuerzas de seguridad lograron abatir al atacante, un joven de 20 años con doble nacionalidad, austriaca y macedonia, que fue condenado en 2019 a 22 meses de prisión por pretender viajar hacia Siria para incorporarse a las bandas del denominado Estado Islámico.

Aparentemente cumplió con éxito el programa de readaptación aplicado en estos casos por las autoridades de Austria, por lo que fue puesto en libertad antes de finalizar su sanción.

Los hechos demostraron que todavía estaba bajo los efectos del rencor inculcado por los reclutadores de los grupos que durante años intentaron derrocar al gobierno de Siria, e imponer un califato terrorista en esa región.

Muchos jóvenes europeos fueron conectados por redes clandestinas, que operan generalmente por medio de internet, y cayeron en las manos de organizaciones que los incitaron a unirse a esa cruzada de odio.

Desafortunadamente también hubo altos responsables de algunos gobiernos que en los años más duros de la guerra impuesta a Siria hicieron irresponsables llamados a deponer a Bashar al Assad por todos los medios necesarios, lo que sirvió a muchos de pretexto para aliarse al extremismo.

Personas sensatas advirtieron muy temprano sobre los peligros futuros de estas adhesiones y se crearon leyes para sancionar a reclutadores y reclutados e, incluso, para repatriar a quienes ya habían partido hacia el Oriente Medio.

Pero el huevo de la serpiente ya estaba inevitablemente puesto, como lo demostraron los ataques recientes ocurridos en Francia y ahora en Viena, ciudad que otrora fue considerada como la capital de la música más hermosa compuesta jamás por el genio humano.

Que las balas, la muerte y el dolor acallaran los acordes de la Ópera de Viena, que daba su última función antes del confinamiento por la covid-19, es un oscuro presagio para nuestra especie, capaz de ir de lo divino a lo infame. FIN



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