Luis Arce asume presidencia de Bolivia. 8 noviembre / Reuters.
Por: Guillermo Alvarado
“Miro el pasado y encuentro todo lo que vivimos y superamos. Levanto mis ojos y veo esperanza”, así dijo el ya presidente de Bolivia, Luis Arce, en su discurso de toma de posesión que significó el final de un régimen golpista que sumió al país en la oscuridad durante casi un año.
Este domingo concluyó definitivamente el régimen de facto impuesto luego de la asonada contra Evo Morales, fraguado desde Estados Unidos y ejecutado por la Organización de Estados Americanos, OEA, y su secretario general, Luis Almagro.
Fue realmente una gran fiesta en la que no faltó una ceremonia a la Pachamama, la madre tierra, a la que asistieron Arce, su vicepresidente David Choquehuanca y representantes de comunidades indígenas de prácticamente todo el país, algunos luego de viajar cientos de kilómetros.
Como evidencia de que ella nunca tuvo nada que hacer en el poder, la mandataria impuesta, Jeanine Áñez, tuvo el buen gusto de ausentarse de la ciudad de La Paz y no empañar con su presencia un día de júbilo popular.
Un símbolo de los nuevos tiempos fue el hecho de que un día antes, el sábado, varios ministros y funcionarios del gobierno de Evo salieron de la embajada de México, donde encontraron refugio durante varios meses.
La tarea que tendrán Arce y Choquehuanca, del Movimiento al Socialismo, MAS, será compleja pues recibieron un país profundamente dañado, tanto en lo económico como en lo social.
Así lo reconoció el nuevo presidente cuando aseguró que “gobernaremos con responsabilidad e inclusión... con el objetivo de que Bolivia vuelva a la senda de la estabilidad”.
Reconoció que durante un año retrocedieron todas las conquistas que hicieron de la nación sudamericana un referente en la región, pero que aun así será posible vencer a la pandemia de covid-19 y la crisis económica.
Poco antes, en su cuenta de la red social Twitter había expresado que Bolivia empieza un nuevo tiempo y agradeció a todos los que los acompañaron a las ceremonias del retorno del MAS al poder.
No se trata solo de un día especial para ese país, sino que también de aliento y esperanzas para toda la región, donde se está demostrando que el llamado ciclo de la restauración conservadora, es decir de la oleada neoliberal, no llegó para quedarse y que su presencia puede ser efímera si se mantiene la unidad.
Es tiempo de recordar el llamado del libro sagrado de los mayas que nos exige “que todos se levanten, que se llame a todos, que no haya un grupo, ni dos, de entre nosotros, que se quede atrás de los demás”. Salud, Bolivia.