Jorge Luis Tapia Fonseca, viceprimer ministro de la República de Cuba, evalúa en Pinar del Río las afectaciones provocadas por la tormenta tropical Eta. Foto: Radio Rebelde.
Por: Roberto Morejón
La tormenta tropical ETA que asoló en Cuba al centro, una parte del oriente y a Pinar del Río tuvo particular secuela en la más occidental de las provincias, porque llovió sobre mojado.
Con un acumulado de poco menos de 300 milímetros de diluvio solo en noviembre para 371 por ciento de la media histórica del mes, Pinar del Río lleva varios meses expuesta a esas precipitaciones.
Su superficie de 8 mil 883 kilómetros cuadrados distribuidos en 11 municipios recibió los efectos de tormentas que cruzaron por el cercano estrecho de Yucatán, además de las directamente nocivas para el archipiélago caribeño.
Gran parte de los más de 592 mil habitantes de Pinar del Río se aprestan a movilizarse para restañar los daños causados por los caprichos de la naturaleza, de especial impacto en la agricultura.
Calificadas de cuantiosas las pérdidas en general con motivo del fenómeno meteorológico ETA, ese monto se añade a los atrasos en siembras y cosechas por el exceso de humedad.
Junto a las faenas para redimir canteros, demoler cultivos perdidos e iniciar nuevos, la agricultura urbana y suburbana parece la más presta a retomar el rescate.
Otra arista presenta el tabaco en una provincia donde se concentra 70 por ciento de la producción de la hoja vital para torcer los famosos habanos.
Las plantaciones y semilleros fueron objeto de singular golpe a causa de las lluvias prolongadas de ETA.
La tormenta retrasó una cosecha ya demorada por aguaceros anteriores y malogró una parte de los huertos lozanos, razón por la que se impone replantar a fin de mantener los rendimientos calculados.
Elocuentemente, los experimentados campesinos, directivos y expertos NO han renunciado a las 30 mil hectáreas cubiertas de la aromática hoja en Pinar del Río.
El esfuerzo y habilidad a disponer serán notables, pero nadie olvida que en otros años el territorio más occidental de la mayor de las Antillas debió sobreponerse a los perjuicios nefastos de los ciclones.
La experiencia acumulada, la técnica y el bregar venidero deben aportar la respuesta esperada.
Es cierto que la provincia retrocedió desde octubre a la fase epidémica por un rebrote de la Covid-19 , pero expertos opinan que están en vías de dejar atrás la fase pico.