Por María Josefina Arce
En 2007 llegó a Panamá el método cubano de alfabetización "Yo sí puedo" y se abrió una esperanza para decenas de miles de ciudadanos del país istmeño.
Reconocido por su eficacia por organismos internacionales, el programa, implementado dentro de la iniciativa Muévete por Panamá, ha beneficiado hasta la fecha a 77 mil 230 personas que no sabían leer, ni escribir.
En la actualidad funcionan en esa nación 146 aulas donde se imparte el método, nacido por iniciativa del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, como una modesta contribución a los esfuerzos mundiales de erradicar el analfabetismo.
Hoy llega a 628 alumnos, cerca de la mitad de ellos adultos mayores, 67 por ciento mujeres y 35 por ciento perteneciente a alguna etnia indígena.
Panamá busca potenciar la implementación del Yo sí puedo para elevar a 5 MIL alfabetizados por año hasta el 2024 con el objetivo de llegar a más jóvenes y adultos mayores.
Allí donde se ha puesto en marcha el programa cubano se ha logrado la inserción de muchos en el desarrollo económico y social del país o la región, mejorando la calidad de vida.
Económico y flexible por su capacidad para ser adaptado a cualquier país o comunidad, Yo si puedo, tuvo sus antecedentes en la labor desempeñada por educadores cubanos en Haití, donde desarrollaron una campaña de alfabetización por radio.
Hoy está disponible en varios idiomas y dialectos, así como en el sistema Braille para garantizar llegar a un mayor número de personas.
En América Latina y el Caribe, África, Oceanía y Europa ha estado y está presente este método, que recibió en 2006 el Premio Rey Sejong que otorga la UNESCO,
Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Más de 10 millones de personas han aprendido a leer y escribir en 30 países alrededor del mundo, gracias al programa cubano de alfabetización, una muestra más del compromiso de Cuba con el bienestar de los pueblos.