Por: Guillermo Alvarado
Bastante preocupación existe en el mundo por el descubrimiento de nuevas variedades del SARS-CoV-2, que están complicando mucho el combate a la pandemia que ya causó más de 96 millones de contagios y dos millones de fallecidos de acuerdo con los últimos reportes.
La víspera la Organización Mundial de la Salud, OMS, informó que el nuevo tipo de coronavirus descubierto en Reino Unido, mucho más contagioso que el original, ya está por lo menos en 60 países, diez más que la semana anterior.
Este nuevo tipo es en buena medida responsable del rebrote que ocurre en la mayor parte de países europeos, cuyos gobiernos debieron aplicar estrictas medidas de confinamiento para tratar de controlarlo.
Las autoridades británicas advirtieron que el martes reciente se estableció en ese territorio una nueva marca de defunciones, con mil 610 en solo 24 horas y se mantiene el riesgo del colapso de los hospitales debido al elevado número de personas que acuden en busca de auxilio.
También es grave la situación en Portugal, donde la semana anterior se registraron 70 mil casos y tiene en estos momentos la mayor tasa de infecciones en todo el mundo, con respecto al volumen de su población.
En Francia el Instituto Nacional de Estadísticas reportó que debido a la pandemia hubo un descenso de seis meses en la expectativa de vida de la población masculina, y de cinco meses en la femenina.
Según la OMS la variante sudafricana del virus causante de la covid-19, que igual a la británica se contagia con más rapidez se ha extendido menos, pero de todas formas ya fue detectada en 23 países y territorios.
En nuestro continente la situación más dramática ocurre en la ciudad brasileña de Manaos, donde está presente la nueva cepa descubierta en el país.
La capacidad de las autoridades locales para enfrentar el rebrote quedó rápidamente rebasada, sobre todo en cuanto a las reservas de oxígeno que es vital para mantener con vida a muchos enfermos.
En poco tiempo el consumo de ese gas pasó de 5 mil metros cúbicos diarios a 76 mil y se han lanzado angustiosos mensajes de ayuda. En días recientes arribó un cargamento enviado desde Venezuela para paliar la crisis.
Las críticas y los pedidos de renuncia al presidente Jair Bolsonaro se han multiplicado en esa ciudad, capital del estado de Amazonas, donde se acusa al mandatario de indiferencia ante la emergencia causada por la enfermedad.
Todavía falta mucho para controlar esta pandemia que está mostrando lo mejor y también lo peor de nuestra especie, incapaz de unirse para enfrentar a un enemigo común. FIN
