Más de 30 automóviles formaron una caravana en la ciudad estadounidense de Miami, Florida, para exigir el fin del bloqueo Cuba. Foto/Cubadebate.
Por María Josefina Arce
Con su política marcadamente hostil, la administración del ex presidente Donald Trump llevó a un clima de tensiones y a un retroceso del acercamiento entre Estados Unidos y Cuba registrado a partir de finales de 2014.
En cuatro años de mandato Trump adoptó más de 200 acciones para asfixiar la economía cubana y destinó millones de dólares al financiamiento de la subversión interna, provocar caos, descontento y promover un cambio de régimen.
Washington persiguió a empresas foráneas e instituciones financieras que mantienen vínculos con la Mayor de las Antillas, al tiempo que dañó las relaciones familiares al cancelar los vuelos aéreos regulares y chárter, excepto a La Habana, y atacar las remesas.
Recrudeció el bloqueo económico, comercial y financiero en medio de la COVID 19, obstaculizando el enfrentamiento de la nación caribeña a la pandemia.
Incluso días antes de concluir su mandato como presidente de Estados Unidos adoptó Donald Trump nuevas sanciones contra el pueblo cubano y volvió a colocar a Cuba en la unilateral lista de naciones que a su entender apoyan el terrorismo. Eran los estertores de una fallida política, ampliamente rechazada a nivel mundial y en el propio territorio estadounidense.
Trump ignoró los llamados a poner fin a esa hostil postura, que ahora con un nuevo gobierno comienzan a escucharse con fuerza e insistencia.
Más de medio centenar de organizaciones empresariales, académicas, religiosas, medioambientales y de cubanos americanos instaron a la actual administración a revertir la política de Trump.
En carta al nuevo presidente Joe Biden proponen un acercamiento hacia el archipiélago e instaron al Congreso a eliminar el bloqueo, impuesto hace casi 60 años y que ha provocado pérdidas del orden de los 144 MIL 413. 4 millones de dólares.
El académico Geoff Thale, presidente de la Oficina de Washington para América Latina, destacó el creciente apoyo que existe en Estados Unidos a favor de una normalización de las relaciones entre los dos países.
Esto permitiría, subrayó, abrir un espacio de cooperación y diálogo en temas como el cambio climático y la salud, entre otros.
Asimismo, el pasado día seis Ron Wyder, senador por Oregón y presidente del Comité de Finanzas de la Cámara Alta, presentó el proyecto de Ley de Comercio entre Cuba y Estados Unidos de 2021, que busca derogar las obsoletas y criticadas sanciones.
Con anterioridad, en enero último, la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba solicitó a Biden el regreso a las políticas de apoyo al desarrollo de relaciones beneficiosas entre el sector agrícola de ambos pueblos.
La Coalición, formada hace seis años, propone el trabajo de agricultores, empresas y universidades norteamericanas con sus contrapartes cubanas sobre los desafíos del aumento de la productividad, adaptación al cambio climático y para construir estrategias comerciales sólidas.
Desde la llegada a la Casa Blanca de Biden numerosas personalidades de las artes, la política y otros sectores han expresado su deseo de retomar los vínculos iniciados por el ex presidente Barack Obama y que tanto puede beneficiar a ambos pueblos.
