Marzo del 2021 durante una cumbre virtual del Quad. Foto/EFE.
Por: Guillermo Alvarado
Recientemente un nuevo término se está incorporando a la jerga de las relaciones internacionales, en particular en lo relativo a la región Asía-Pacífico y más concretamente a las presiones que Washington está ejerciendo en los últimos años contra la República Popular China.
Se trata del QUAD, término que identifica a un mecanismo integrado por Estados Unidos, Japón, Australia e India, cuyo nombre exacto es “Diálogo de Seguridad Cuadrilateral” y que hace unos días realizó su primera reunión Cumbre al más alto nivel.
Su germen viene desde 2004, cuando un poderoso tsunami afectó a varios países en el Océano Índico, su formalización ocurrió en 2007 y alcanzó vigencia durante la administración de Barack Obama y más tarde Donald Trump lo convirtió en punta de lanza en su lucha contra China.
Hasta ahora había celebrado reuniones ministeriales o de funcionarios de los países concernidos, pero el reciente 12 de marzo ocurrió un encuentro virtual de sus respectivos gobernantes, Joe Biden, de Estados Unidos; Joshihide Suda, de Japón; Scott Morrison, de Australia; y Narendra Modi, de India.
Beijing ha denunciado en numerosas ocasiones, con justa razón, que se trata de un instrumento para que Washington afinque su hegemonía en esa región.
El arribo de Biden a la Casa Blanca no ha significado, ni mucho menos, un cambio en las agresiones de la potencia norteña contra China, sino una profundización de esa abierta hostilidad que no tiene que ver nada más con el aspecto comercial, sino con algo mucho más profundo.
En 2018 el Consejo de Seguridad Nacional de esa nación redactó un documento donde afirma textualmente que “La pérdida de la preeminencia de Estados Unidos en el Indo-Pacífico debilitaría nuestra capacidad para lograr los intereses de Estados Unidos a nivel mundial”.
Hace 13 días el almirante Philip Davidson, jefe del Comando Indo-Pacífico, compareció ante el senado estadounidense para exigir que se aumente hasta 4,69 mil millones de dólares el presupuesto de ese organismo para 2022 y se asignaran 22,69 mil millones en el período 2023-2027.
Sin pelos en la lengua, Davidson dijo que la guerra comercial con China podría convertirse en conflicto armado antes de 2050.
Por el momento, sólo por el momento, el QUAD no es un pacto militar, pero en noviembre de 2020 sus miembros participaron en las maniobras de guerra denominadas Operación Malabar y algunos autores ya definen a ese mecanismo como “la OTAN del pacífico”, encaminada a contener a China.
Otra nube sombría, amigos, que nos advierte de la tormenta que podría abatirse sobre el mundo en un futuro no tan lejano.