El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, durante el Gabinete Ampliado N. 43 celebrado en Guayaquil. (Eduardo Santillán - Presidencia de Ecuador)
Por María Josefina Arce
En un año de emergencia sanitaria mundial, en Ecuador se han sucedido los ministros de Salud Pública. Tres son ya los titulares de esa cartera en doce meses, sin que se haya dado una respuesta efectiva ante la COVID 19 que ya contabiliza en la nación más de 312 mil contagiados y 16 451 fallecidos y que, por demás, es escenario de nuevos escándalos, ahora por la campaña de vacunación.
El desfile lo inició Catalina Andramuño, quien estaba al frente del ministerio desde julio de 2019 y en marzo del pasado año renunció ante la falta de recursos y la nula asignación presupuestaria del gobierno del presidente Lenín Moreno para enfrentar la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Fue designado entonces Juan Carlos Zevallos. Aunque el país vivió una complicada situación en 2020 que centró titulares en todo el mundo por la muerte en las calles de la ciudad de Guayaquil de enfermos y la necesidad de recurrir a fosas comunes, fueron las irregularidades en el plan de inmunización lo que llevó a su renuncia en febrero último.
La campaña de vacunación, iniciada en enero, recibió fuertes críticas por la inclusión de personas fuera de la población prioritaria como el personal sanitario, adultos mayores y cuidadores geriátricos.
Pero lo que destapó el escándalo fue que familiares del entonces titular de Salud Pública, entre ellos su madre, residentes en un complejo privado, recibieron el fármaco destinado a un hospital público.
Zevallos, ahora en Estados Unidos, fue sustituido en el cargo por Rodolfo Farfán, quien lo dejó a solo tres semanas de asumir también en medio de cuestionamientos sobre su negativa a dar a conocer la lista del grupo de personas vacunadas.
Aunque tuvo que revelar a las autoridades sanitarias de control la lista, tras una sentencia constitucional, Farfán le negó a los ecuatorianos el derecho a saber quiénes eran los privilegiados, al manifestar que no se harían públicos los nombres.
Sin embargo, ha trascendido que entre los favorecidos están por supuesto, el presidente y la primera dama Rocío de Moreno y el ministro de Defensa Oswaldo Jarrín, entre otros miembros y familiares del ejecutivo, a los que se suman ahora integrantes de un club privado de Guayaquil.
No son las primeras irregularidades bajo el mandato de Lenín Moreno en medio de la pandemia. Ya Ecuador había sido sacudido por escándalos de corrupción de funcionarios que compraron a sobreprecio insumos e incluso, las bolsas para los fallecidos por la COVID 19.
Lo cierto es que el gobierno de Moreno ha sido fuertemente criticado por su ineficaz enfrentamiento a la pandemia, el abandono de los sectores más humildes y el mal manejo económico durante sus cuatro años de gestión, agravado por la llegada de la enfermedad que deja un mayor número de pobres y desempleados.
La nación suramericana ha visto esfumarse los avances registrados en diversas esferas durante el mandato del ex presidente Rafael Correa, quien también le dió soberanía económica.