El confinamiento en la India agrava la pobreza. Foto/ Rtve
Por: Guillermo Alvarado
El modo de enfrentar la pandemia de covid-19, que está causando graves estragos en todo el mundo, conduce a la humanidad a un período de profundas desigualdades, advirtió la Organización de las Naciones Unidas en su más reciente informe sobre la situación.
Hasta el momento en poco más de un año están registrados a nivel global más de 125 millones de contagios, de los que se recuperaron unos 71 millones y perdieron la vida 2,75 millones, lo que significa una tragedia de grandes proporciones.
Pero hay otros costos que también son muy onerosos, según indica el Informe para el Desarrollo Sostenible 2021, elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.
La actividad económica a nivel planetario sufrió su peor caída de los últimos 90 años debido a la pandemia, se perdieron 114 millones de puestos de trabajo y más de 120 millones de personas cayeron de nuevo en las redes de la pobreza extrema.
Como suele ocurrir siempre en este tipo de desastres, los sectores más vulnerables de la población sufrieron un impacto desproporcionado, precisó el documento de la ONU.
La vicesecretaria general de la organización mundial, Amina Mohammed, dijo que la pandemia ha demostrado con total claridad que si ignoramos la interdependencia global pagaremos las consecuencias, porque las catástrofes no respetan las fronteras nacionales.
Es una buena manera de decir lo que he reiterado en anteriores comentarios, que la única forma de estar seguros de salvarnos cada uno, es lograr que nos salvemos todos, una verdad a la que muchos países ricos dan la espalda.
Hasta ahora la respuesta dispareja a la crisis sanitaria ha incrementado las desigualdades, afirmó Mohammed, y puso como ejemplo que de los 16 billones gastados en estímulos y fondos de recuperación, apenas el 20 por ciento se destinó a los países pobres.
Las naciones menos favorecidas sufrieron un alza de su endeudamiento externo, que lastrará sus esfuerzos por salir adelante y podría retrasar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo por lo menos en diez años más.
El subsecretario general adjunto de la ONU, Liu Shenmin, dijo que los países pobres deben recibir asistencia no sólo para mantenerse a flote, sino para generar desarrollo e invertir en infraestructura y capital humano, verdades grandes como catedrales que muchos prefieren ignorar.
Como alguna vez dijo Albert Einstein, no podemos esperar resultados diferentes, si seguimos haciendo las cosas de la misma manera.