Las posiciones de Almagro van en contra de Cuba, Venezuela,
Nicaragua, o contra todo aquel que no comulgue
con la política de EE.UU.
Foto: Archivo/RHC
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, volvió a sus andadas como peón de la política de Estados Unidos en América Latina.
En días recientes, el presidente de Bolivia, Luis Arce, manifestó durante una visita a México que el titular de lo que es conocido en la región como el Ministerio de Colonias de Washington, se abstenga de intervenir en asuntos internos de los países.
'Ha sido una coincidencia de criterios de que no se puede permitir que una persona a nombre de una institución como la OEA haga injerencia en los asuntos internos de nuestros países', indicó Arce en una rueda de prensa en La Paz, tras retornar de México, criterio que coincidió con el del presidente de esa nación, Andrés Manuel López Obrador.
Destacó el mandatario boliviano el 'papel de la injerencia que ha tenido esta organización a la cabeza de Almagro'.
'Hemos tenido esta intromisión tan clara, tan evidente' protagonizada por Almagro, continuó Arce, en una aparente alusión a las expresiones del secretario general de la OEA sobre la crisis vivida en Bolivia en 2019 y el reciente encarcelamiento de la expresidenta interina Jeanine Áñez.
Además, sostuvo que este tema será conversado en 'todos los foros necesarios' para ver si otros países están de acuerdo con la posición de Bolivia y México para luego 'tomar las acciones que se recomienden'.
Algunos análisis recuerdan que la actuación del funcionario, tildado por varias fuentes como un agente de la estadounidense CIA, pudiera ser determinante en su afán de seguir cumpliendo con el libreto de la Doctrina Monroe o más bien cumpliendo todo lo que dice la Casa Blanca contra los gobiernos de la región que se apartan del rebaño.
Las posiciones de Almagro van en contra ya sea de Cuba, Venezuela, Nicaragua o contra todo aquel que no comulgue con la política estadounidense.
Tras ser impuesta su reelección al frente de la OEA en marzo de 2020, Almagro recibió nuevos golpes, en especial cuando el periódico estadounidense The Washington Post informó que expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) expusieron que 'no hay ninguna evidencia estadística de fraude en las elecciones bolivianas'.
Según el Post en esa época, Almagro no actuó de manera limpia en Bolivia y las mentiras desplegadas en los medios de comunicación apegados al conservadurismo hicieron su parte y Evo Morales y García Linera aparecieron como mentirosos en un primer momento.
A lo de Bolivia súmense los continuos fracasos en sus intenciones de derrocar al presidente Nicolás Maduro e intervenir militarmente en Venezuela.
Lo que ocurrió en la nación andina descalifica la conducta de la entidad y sus informes, y su evidente alianza con Washington y la derecha boliviana para derrocar a Morales y su Movimiento al Socialismo en noviembre de 2020.
La OEA, creada en 1948 cuando se suscribió, en Bogotá, Colombia, su Carta entró en vigencia en diciembre de 1951, y desde entonces Estados Unidos la utilizó a su antojo y al 'son' de sus políticas.
Los principios de la Carta son letra muerta al ser violado constantemente y solo existen cuando la Casa Blanca quiere cambiar lo que no les conviene, algo que recibe a pie juntilla el respaldo de su actual secretario general.
El principio de 'Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención', es violado y cuanto de esto no vio la región en Guatemala, Dominicana, Panamá, contra Cuba y más recientemente en Bolivia.
Es común, según analistas, que la OEA bajo Almagro intervenga en los asuntos internos de América Latina y no fue extraño que el uruguayo recibiera elogios del exsecretario de Estado Mike Pompeo, quien lo calificó de 'un verdadero paladín de la libertades en América Latina'.
En su servilismo, que algunas en la región tildan de 'perrito faldero', el titular de la OEA se sumó recientemente a los ataques de sectores conservadores y de cubanoamericanos al acusar a Cuba de aplicar el 'terrorismo de Estado a quienes piensan distinto'.
Almagro participó en una conferencia de prensa virtual organizada por una organización creada por Washington, Cuba Decide, junto a José Daniel Ferrer, un mercenario que dirige la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), organización financiada por Estados Unidos para intentar elevar los números de una presunta oposición en Cuba. (Tomado de PL)