Por María Josefina Arce
Cuba libra una batalla por la vida, sin escatimar esfuerzos, ni recursos. El enfrentamiento del país a la COVID 19 ha sido destacado por las autoridades sanitarias mundiales por su carácter multisectorial, centrado en la prevención y el monitoreo constante que se mantiene y refuerza a un año de la aparición de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
De hecho desde que a finales de 2019 se conoció del virus y su transmisión en la ciudad china de Wuhan, comenzó la Mayor de las Antillas a elaborar un plan de prevención y control. Cuando se diagnosticaron los tres primeros casos en nuestro territorio ya había una estrategia para hacer frente a la dolencia.
Asimismo, diariamente las autoridades analizan la situación epidemiológica que presenta el archipiélago cubano para, de ser necesario, adoptar nuevas medidas en los territorios que lo requieran, en aras de poner freno al avance de la dolencia.
Ese es el caso de La Habana que presenta desde las últimas semanas un complejo panorama y dónde se ha determinado la puesta en marcha de otras disposiciones que reduzcan la movilidad y por tanto, la propagación de la pandemia.
Cuba ha dedicado cuantiosos recursos a la lucha contra el coronavirus. Un enorme esfuerzo ante las adversas condiciones económicas impuestas por la COVID 19 y el reforzamiento del bloqueo estadounidense bajo la administración del hoy ex presidente Donald Trump.
Y en medio de la compleja situación destacan los cinco candidatos vacunales cubanos contra la enfermedad, dos de ellos, Soberana 02 y Abdala, en la segunda etapa de la fase tres del ensayo clínico y que presentan resultados alentadores con una adecuada respuesta inmune.
Eulogio Pimentel, vicepresidente de BioCubaFarma, afirmó que ninguno de los voluntarios ha presentado eventos adversos graves tras la inmunización, lo que demuestra la seguridad de los candidatos vacunales cubanos.
Hoy son noticia en el mundo estos fármacos, que también se aplican en estudio de intervención a los trabajadores de la salud, quienes desarrollan una titánica batalla contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
José Moya, representante en Cuba de la OMS y OPS, Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud, afirmó que esto ha sido posible gracias al potencial científico de la nación caribeña.
Son décadas dirigidas a la investigación que no solo aportaron los candidatos vacunales, sino también los medicamentos del protocolo de tratamiento a los contagiados con el coronavirus, enfatizó el funcionario.
Destacados avances que mucho pueden aportar al enfrentamiento mundial contra la pandemia y al que Cuba contribuye con su ayuda médica a otros pueblos.
La revista MEDICC Review destacó la importancia que tendría la cooperación médica y científica entre países como Cuba y Estados Unidos. En ese sentido recordó el llamado de la OMS y la OPS a todos los gobiernos del orbe a trabajar de manera conjunta en la eliminación de la COVID 19, un llamado al que, sin descuidar la protección y atención médica a los cubanos, ha respondido la Mayor de las Antillas.
