Reuters.
Por: Roberto Morejón
El presidente del gobierno fantasma en Venezuela, Juan Guaidó, persiste en apoderarse del presupuesto de la nación sudamericana, como si no fuera poco lo esquilmado.
Gracias al ilusorio reconocimiento del gobierno de Estados Unidos a pesar de proclamarse “presidente” sin resguardo legal, Guaidó afirma seguir como titular de una Asamblea tan espectral como su cargo.
Y un séquito de parásitos, con cargos pomposos como “embajadores” y “canciller”, gravita en las proximidades de quien también es registrado como presidente encargado por gobiernos de derecha adscriptos al llamado Grupo de Lima.
Tanto Guaidó como sus cómplices en el mandato fingido reclaman acceder a una tajada del pastel, el dinero de los venezolanos.
El presidente de la legítima Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, acusó a las huestes de Guaidó de proveer un plan para robar más de 53 millones de dólares del caudal autóctono retenido en Estados Unidos.
A esos fondos podría acceder como ya ocurrió con CITGO, filial de PDVSA, Petróleos de Venezuela, en la nación norteña.
La denuncia de Jorge Rodríguez precisa que Guaidó soilicita financiamiento para instituciones inexistentes y promover campañas violentas en el país.
Debe recordarse que las autoridades de Venezuela presentaron evidencias del contrato en el que aparecen las firmas de Juan Guaidó y sus cómplices, para ejecutar una operación militar en el país sudamericano, tras la incursión armada fracasada en las costas del estado La Guaira , en 2020.
El Ministerio Público de Venezuela acopió un voluminoso expediente de todas las tretas de los extremistas, con Guaidó a la cabeza.
Como resultado, ese órgano de justicia abrió 25 causas para investigar al opositor encartado y a otros venezolanos, señalados de estar implicados en delitos como usurpación de funciones, corrupción, legitimación de capitales e instigación pública continuada a la desobediencia de las leyes.
En correspondencia con las turbias maniobras de los imputados, Venezuela posee más de 7 mil millones de dólares secuestrados en bancos extranjeros, sin poder utilizarse para adquirir vacunas contra la COVID-19 .
Pero los flamantes opositores radicales sí amasan parte del botín porque Washington y la derecha latinoamericana sostienen en el vacío a Guaidó.
Es obvio, para que siga con sus despojos.