Imagen Tomada de Granma.

Por: Roberto Morejón

Una foto con un reducido grupo de cubanos frente al Capitolio habanero con el pie: “afines al régimen castrista” se concentran allí, refleja la aviesa intención de la prensa hegemónica en relación con la mayor de las Antillas: escuálido apoyo a la Revolución frente a un país que protesta y al que reprimen.

Con esos términos abundan materiales en la prensa corporativa desde el pasado 11 de julio.

Ese día ocurrieron en Cuba desórdenes y marchas en las que participaron contrarrevolucionarios, vándalos y personas con inquietudes, en busca de respuestas, confundidos y agobiados por penurias.

Grandes medios de comunicación pregonaron lo que no ocurrió, magnificaron incidentes, ignoraron verdades rotundas y promovieron una intervención militar estadounidense.

El periódico español La razón señaló que un cubano exiliado en Bélgica registró una petición en el sitio Change.org a favor de lo que denominó una “Cuba libre y próspera”, mediante una acción armada de Estados Unidos en la nación caribeña.

Tal eventualidad no aparece aislada porque cierta autoridad en la Florida llamó a bombardeos contra Cuba, sin que la prensa lo rebatiera.

Claro, los beligerantes dicen escudarse en “la realidad” de Cuba, donde, según la asociación CubaLex, radicada en la Florida , el saldo dejado por una ola represiva llegó a más de 400 personas desaparecidas.

Los habaneros, quienes continúan su vida regular no exenta de privaciones materiales e inquietudes ante la COVID-19 , acudieron a un acto de reafirmación de convicciones.

El encuentro abogó por el respeto a las leyes y condenó a promotores del desorden.

Una agencia de prensa describió el hecho como “una protesta en la que NO se registró la misma afluencia que en la época en que los Castro gobernaban la isla”.

La fuente soslayó que los organizadores del apoyo al gobierno redujeron la cantidad de participantes para garantizar medidas higiénicas.

Muy pocos sitios aluden al impacto brutal del bloqueo estadounidense en Cuba y su relación con las carencias materiales, agravadas por la pandemia.

Todo en Cuba tiende al horror, afirman los confabulados. Con razón el presidente de la República , Miguel Díaz-Canel, expresó recientemente:

“El bombardeo de imágenes cargadas de violencia, sangre, protestas, alaridos, vandalismo, amenazas, acoso y represión NO ha conocido pausas en los últimos seis días”.

Todo apunta a proseguir, como refieren las dos primeras líneas de un despacho de una agencia de un país de habla hispana publicado en un diario boliviano:

“Las protestas multitudinarias que sacudieron Cuba el domingo tienen muchas probabilidades de repetirse…”.

¿Futurólogos? ¿Deseos de que la violencia corone este país?