Por María Josefina Arce.
Con una creciente desaprobación a su gestión, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, intenta crear dudas sobre el sistema electoral del país de cara a los comicios del próximo año, dadas sus aspiraciones reeleccionistas que se alejan cada vez más.
Así lo demuestran las encuestas de opinión que dan al ex mandatario Luiz Inácio Lula Da Silva como favorito ante Bolsonaro en las urnas.
De acuerdo con el Instituto Paraná de Pesquisas, el sondeo indica que la preferencia de Lula Da Silva entre el electorado brasileño creció 3,1% respecto al muestreo anterior de la empresa, mientras que Bolsonaro cayó casi dos por ciento.
Los resultados arrojaron que el ex presidente ganaría con 43,3% de los votos, frente al 38,2% para el actual inquilino del Palacio del Planalto.
Recordemos que Lula Da Silva recuperó sus derechos políticos en abril pasado, cuando la Corte Suprema anuló por conflicto de competencias cuatro juicios en su contra que se cursaban en tribunales de Curitiba, y decidió que las causas deberían reiniciarse en otros juzgados. La sentencia no lo exculpó, pero dejó sin efecto las condenas anteriores.
Ante ese panorama el actual mandatario maniobra para intentar sembrar dudas en los votantes. En una reciente aparición televisiva exigió cambios en el sistema electoral y criticó el sufragio electrónico.
De hecho este fin de semana volvió a traer a colación la posibilidad de suspender el proceso del próximo año. En videollamadas con sus partidarios, que realizaron actos en algunas ciudades, afirmó que sin unas elecciones limpias y democráticas no habrá elecciones.
Las tensiones han crecido en Brasil ante las declaraciones de Bolsonaro, que ha criticado fuertemente al presidente del Tribunal Superior Electoral, Luis Roberto Barroso, defensor de la confiabilidad del actual sistema de votación.
Las maniobras del mandatario, en las que muchos ven el peligro de un golpe, han encontrado una fuerte oposición entre los diversos sectores políticos. En los últimos días once organizaciones presentaron al Tribunal Supremo Electoral una petición para que exija explicaciones al jefe de estado por sus declaraciones sobre un supuesto fraude en las elecciones de 2022.
La solicitud señala que Bolsonaro busca desacreditar los pilares democráticos del país y dañar la fiabilidad de los procesos electorales.
Lo cierto es que el líder ultraderechista tiene el agua al cuello. Vive uno de los peores momentos desde que asumió su cargo en enero de 2019. La mala gestión del gobierno ante la COVID 19, que ya ha provocado más de 550 MIL muertos en el país suramericano, y las denuncias de corrupción e indolencia que han salido a la luz en la Comisión del Senado que investiga el accionar del ejecutivo ante la pandemia dejan muy mal parado al presidente.
Por días crece la impopularidad del mandatario, quien incluso ha dicho que no tiene definido presentarse a los comicios generales, aunque para los expertos solo está tanteando el terreno y los recientes cambios en su gabinete buscan afianzar el apoyo de algunos partidos para la cita en las urnas de 2022, ante la pujanza de la figura de Luiz Inácio Lula Da Silva.