Fidel
Por María Josefina Arce
Rodeado del pueblo, de su pueblo; es esa una de las imágenes más comunes del líder histórico de la revolución cubana. En cualquier rincón del archipiélago que se hiciera presente Fidel Castro, siempre lo seguía una marea de personas.
Su sola presencia convocaba una multitud, deseosa de verlo, saludarlo e intercambiar con él. Su preocupación por los problemas y su interés por la cotidianidad de estudiantes, obreros y amas de casa, era un rasgo distintivo.
Fidel compartía con todos. Su palabra precisa, su gesto amable y sobre todo su capacidad de escuchar a su pueblo, le ganó para siempre un lugar en el corazón de los cubanos, con quienes forjó una relación especial.
Un pueblo que este 13 de agosto le rinde homenaje en el aniversario 95 de su natalicio y tiene muy presente todo lo que trabajó y se esforzó por legarnos un mejor país y, sobre todo soberano e independiente.
Fidel Castro cumplió con el programa de la revolución, que esbozó en su autodefensa en el juicio por los asaltos el 26 de julio de 1953 a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en el oriente de Cuba.
En su histórico alegato conocido como "La historia me absolverá", denunció los males del país, que tras el triunfo revolucionario seis años después se daría a la tarea de desterrar para siempre.
Bajo su liderazgo, el proceso revolucionario hizo realidad para los cubanos derechos esenciales como la salud y la educación, gratuitos y de carácter universal.
Fidel veló por todos y gracias al impulso y su proyección de futuro colocó a Cuba en la palestra Internacional, en la avanzada de América Latina y el Caribe en diversas esferas como la salud y la educación.
Destaca su esfuerzo por el desarrollo de la biotecnología, pues supo ver en la ciencia el motor impulsor del avance económico y social de la Patria. Gracias a ese compromiso hoy el país en el enfrentamiento a la COVID 19 cuenta con Abdala, la primera vacuna de América Latina y el Caribe, y con otros cuatro candidatos vacunales.
Pero la figura del líder revolucionario rebasó nuestras fronteras. Lo distinguió su apasionada defensa en diversas tribunas de las causas nobles y de los derechos de los más humildes, de los siempre olvidados y marginados.
Lo dijo certeramente el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez cuando afirmó que: "Fidel no le pertenece solo a Cuba, le pertenece a este mundo nuestro, a esta América nuestra".
Y es que dotó a la revolución cubana de un profundo carácter humanista y solidario. Médicos, pedagogos y especialistas de otras ramas marcharon a tierras lejanas para ayudar a mejorar las condiciones de vida de otros pueblos.
Fidel Castro fue incansable, luchador nato, humano y de una gran resistencia y dignidad. Nos dejó una vasta obra y un profundo y sabio pensamiento que hoy, como afirmara Chávez, es más que nunca necesario e iluminador, ahora cuando el imperio contraataca.