Por: María Josefina Arce
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Imágen de archivo/RHC
Implementado desde 2018, el proyecto Internacional ECOVALOR permite acercar las áreas de economía y medio ambiente en el ámbito de las actuales proyecciones de desarrollo de Cuba, que trabaja por un progreso sostenible.
Una unidad, un equilibrio entre la naturaleza y el capital humano y financiero es el propósito de la iniciativa, primera de su tipo aprobada por el Fondo Mundial de Medio Ambiente en América Latina y el Caribe.
Con un monto de aproximadamente 10 millones de dólares, ECOVALOR involucra además, al PNUD, Programa de la ONU para el Desarrollo, y a varios ministerios y entidades cubanas como el CITMA, Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y el Centro Nacional de Áreas Protegidas.
Este proyecto abarca cinco provincias, 30 municipios, 15 áreas protegidas y varios polígonos de suelo, agua y bosque. También incluye 3 establecimientos pesqueros, 4 polos turísticos y dos empresas de hidrocarburos.
Se partió de estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo de los territorios de las provincias implicadas: Matanzas, Holguín, Las Tunas, Villa Clara y Pinar del Río.
Ha sido calificado por las autoridades cubanas como un proyecto novedoso, con importantes retos como cambiar paradigmas e incorporar elementos de la economía al medio ambiente, conservar y proteger el entorno.
La larga relación entre el PNUD y la nación caribeña ha permitido que ECOVALOR se pueda apoyar en una plataforma articulada de instituciones nacionales y tenga condiciones más propicias para su ejecución.
De acuerdo con la agencia de la ONU, este proyecto contribuye a la implementación en la Mayor de las Antillas de ocho Objetivos de Desarrollo Sostenible y 16 metas.
Especialistas cubanos apuntan que el programa enseña a valorar integralmente los bienes y servicios que nos brindan nuestros ecosistemas como los bosques y los manglares. Un concepto nuevo, subrayan, que debemos incorporar a la producción de alimentos.
Son muchos los trabajadores del campo que han visto mejores resultados. ECOVALOR les vino a cambiar la vida y hasta la manera en que asumían la agricultura.
No solo les han facilitado mejores maquinarias, sino que han sido capacitados en el empleo de técnicas agroecológicas para mejorar sus cosechas sin dañar el medio ambiente.
Hasta finales de 2024 está previsto desarrollar ECOVALOR, de un gran impacto económico, pero también social pues ha mejorado las condiciones de vida de las comunidades implicadas.