Imagen / El Nuevo Diario
Por: Guillermo Alvarado
Estados Unidos es el principal mercado de consumo de drogas en todo el mundo, pero detrás de la imagen degradante del adicto despojado de toda su dignidad, un despojo humano, está un floreciente negocio con ramificaciones sorprendentes, como lo es el lavado del dinero originado por el tráfico.
Hay muchas versiones acerca de las cantidades generadas por la venta ilícita de estupefacientes, pero todas son inmensas y de alguna manera se integran al sistema financiero mundial y hasta lo sostienen en ocasiones.
Marcos Kaplan en su trabajo “Economía criminal y lavado de dinero”, publicado por el Boletín Mexicano de Derecho Comparado, señala que gracias a la demanda estadounidense y otros países ricos el narcotráfico es el primer gran negocio mundial, mayor que el armamentismo y los hidrocarburos.
De acuerdo con un informe de la organización Global Financial Integrity, en el continente americano esta forma del crimen organizado genera cada año entre 80 mil y 90 mil millones de dólares, que se revierten a la economía legal por medio de complejos mecanismos.
Una buena parte del sucio negocio de limpiar dinero originado por una actividad ilegal, para convertirlo en capitales o activos potables, se realiza por medio del sistema financiero de Estados Unidos.
Kaplan afirma que “En los Estados Unidos, son centros de lavado Miami y el sur de Florida, Los Ángeles, New York, la frontera sudoccidental, desde Brownsville, Texas, hasta Tijuana…”
Agrega el autor que en Miami la droga es parte fundamental de la cultura local y un pilar de su economía. Son billones de dólares, dice, los que transitan cada año entre Latinoamérica y Estado Unidos por medio de los bancos de Florida.
Debo apuntar que no es que eso ocurra sólo allí, pues Europa también tiene una activa participación en la limpieza de activos, así como otros lugares que atraen la mirada del Grupo de Acción Financiera Internacional, un órgano de inteligencia dedicado, entre otras cosas, a combatir el lavado.
Ocurre, sin embargo, que Estados Unidos se proclama como el campeón mundial de la democracia, la defensa de los derechos humanos y la lucha contra el terrorismo, más no puede ocultar que algo huele mal allí.
Recordarán que en uno de los primeros trabajos de esta serie mencioné que varios bancos de la nación norteña se beneficiaron de la trata de esclavos.
Pues bien, ahora por lavado de dinero fueron acusados, entre otros, Wells Fargo, Bank of America, Citibank, American Express Bank y Western Union.
Haz lo que yo digo, no lo que yo hago, podría ser el consejo de Joe Biden a sus colegas en la venidera Cumbre sobre Democracia, Derechos Humanos y lucha contra el Terrorismo, convocada por Washington.