Díaz-Canel (I) recibió el pasado 12 de octubre a Borisov. Foto: PL
Por María Josefina Arce (RHC)
Cuba y Rusia pasaron revista en La Habana al estado de sus vínculos económicos, comerciales, financieros y de cooperación, que ambas partes califican de fructíferos, excelentes y estratégicos.
Múltiples son las perspectivas de ampliar y diversificar esos lazos, según se ha constatado en los encuentros entre funcionarios del gobierno cubano y el vice primer ministro ruso, Yuri Borisov.
Tanto La Habana como Moscú han reiterado en numerosas ocasiones su interés de continuar profundizando una relación de larga data, sustentada en el respeto mutuo, la coincidencia de criterios en diversos aspectos y la solidaridad.
Los presidentes de Cuba, Miguel Díaz Canel, y de Rusia, Vladimir Putin, mantienen un fluido y estrecho contacto telefónico para analizar temas de interés para los dos pueblos y que redunden en su beneficio.
La visita de Borisov, en calidad de enviado especial de Putin, viene a dar un impulso a esos nexos, que el viceprimer ministro ruso calificó de sumamente importantes para la nación euroasiática, que está entre los primeros socios comerciales del país caribeño.
Ya a principios de este año el viceprimer ministro había viajado al archipiélago para asistir a la Décimo Octava sesión de la Comisión Intergubernamental ruso-cubana, que dio seguimiento a la colaboración bilateral y destacó las potencialidades existentes.
Transporte, biotecnología, energía y educación son algunos de los sectores en que se han puesto en marcha proyectos entre los dos estados.
El pasado año también se suscribió un convenio científico que posibilitó el incremento de los nexos entre universidades y centros de investigación, así como el desarrollo de estudios en temas primordiales como el medio ambiente, la biofísica y la biotecnología.
Desde el año 2020 el Grupo de Biotecnología y Farmacéutica de Cuba cuenta con una representación en Moscú. Ya se han firmado acuerdos con instituciones rusas para desarrollar productos de la biotecnología cubana, reconocidos a nivel mundial.
Igualmente está previsto la creación en suelo ruso de un centro científico y práctico para la formación de especialistas cubanos de alta calificación en la rama farmacéutica.
La COVID 19 no ha impedido que La Habana y Moscú continúen buscando nuevas esferas para la cooperación y estrechen sus relaciones de amistad. De hecho Rusia volvió a demostrar que es un gran amigo de Cuba en estos momentos difíciles de pandemia y de recrudecimiento del bloqueo norteamericano.
Para el pueblo cubano el país euroasiático envió unas 200 toneladas de ayuda, entre alimentos e insumos médicos. Asimismo, ante la escasez de oxígeno que vivió el país por la rotura de su fábrica, las autoridades rusas donaron 20 plantas concentradoras del gas medicinal, necesario para los contagiados con la COVID 19.
Cuba y Rusia mantienen históricas relaciones de cooperación y amistad. Hay un entendimiento mutuo y respetuoso que se traduce en la búsqueda de nuevas vías para la cooperación entre ambos pueblos y la elevación de su nivel de vida.