Imagen tomada de Archivo/RHC
Por María Josefina Arce (RHC)
A más de siete décadas se remonta la relación entre Cuba y la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que reconoce el liderazgo de la nación caribeña en materia de cooperación.
Durante todos estos años ambas partes se han apoyado en sus respectivos planes para avanzar en aras del desarrollo y bienestar de los pueblos.
La agencia de la ONU ha destacado la activa participación de Cuba en proyectos de colaboración Sur-Sur, en campos como la salud, la educación y la agricultura y su contribución a la formación de recursos humanos en América Latina y el Caribe.
Igualmente, la Mayor de las Antillas ha brindado su esencial respaldo a los esfuerzos de la UNESCO por eliminar el analfabetismo a nivel mundial. Su método "Yo sí puedo" ha sido empleado con éxito en 30 países para enseñar a leer y escribir.
Unos once millones de personas han sido alfabetizadas con ese programa, que recibió en 2006 el Premio Rey Sejong que otorga el organismo Internacional
Cuba siempre ha compartido sus experiencias en diversas ramas, como ahora en la cuadragésimo primera Conferencia General de la UNESCO, que sesiona en París, en la que expuso las acciones desplegadas para el enfrentamiento a la COVID 19 y el retorno seguro a las actividades docentes presenciales, luego de la inmunizacion de los estudiantes con vacunas propias.
La agencia de la ONU también ha estado al lado de nuestro país en sus planes de desarrollo. En este contexto tenemos su respaldo a la futura realización en La Habana de una escuela del Programa de Gestión de Transformaciones Sociales, MOST, con el fin de incrementar las acciones de cooperación científica en el ámbito de las ciencias sociales y en el contexto de la recuperación pospandémica.
Esta iniciativa, creada en 1994, fomenta la investigación en Ciencias Sociales y no es la primera vez que se realiza en territorio cubano. Cuba forma parte del Consejo Intergubernamental para la región de América Latina y el Caribe.
Dicho programa trabaja con los gobiernos, las comunidades de ciencias sociales y actores de la sociedad civil para mejorar la conexión entre la investigación y la toma de decisiones, ámbito en el que la nación caribeña ha trabajado intensamente en los últimos años.
Elba Rosa Pérez, titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, resaltó la importancia de las Ciencias Sociales como una herramienta para el diseño de acciones más eficaces en aspectos como la recuperación económica, la atención a las secuelas psicológicas de la COVID-19 y el mejoramiento de la vida de los ciudadanos.
Desde el ingreso de Cuba a la UNESCO, en 1947, los nexos bilaterales se han mantenido de manera ininterrumpida, y a raíz del triunfo revolucionario se han fortalecido, con la realización de proyectos conjuntos tanto para el avance de la nación caribeña como de otros pueblos.