Advertencias inútiles

Editado por Martha Ríos
2021-11-29 00:03:45

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Presuntamente esta nueva variedad surgió en el sur de África, uno de los continentes menos
vacunados del planeta. Foto: Internet.

Por Guillermo Alvarado (RHC)

Desde que comenzaron los primeros síntomas de ese síndrome denominado “nacionalismo de las vacunas”, asociado tanto a la pandemia de Covid-19 como al egoísmo de los más poderosos, mentes lúcidas advirtieron acerca de temibles consecuencias que semejante conducta podría acarrear.

Estados Unidos y las primeras potencias de la Unión Europea acaparan vacunas, muchas más de las necesarias tomando en cuenta su población, y de esa forma privaron a naciones pobres en el resto del mundo de esos importantes productos para contener la enfermedad.

Con marcada astucia, las farmacéuticas transnacionales vendieron en masa a los más desarrollados para obtener ganancias en poco tiempo, tal y como está escrito en su código genético, incumpliendo su compromiso con mecanismos como COVAX, destinados a garantizar una distribución equitativa.

Repito una vez más con Fouché que eso, más que un crimen fue una estupidez porque viola el principio, también ya mencionado antes, de que en una pandemia nadie está seguro, hasta que todos estén seguros.

En términos globales no se gana nada con vacunar a una parte de la humanidad, porque el virus al circular en la otra va mutando y creando cepas más peligrosas, como ocurrió con la Delta y ahora con la llamada Ómicron.

Presuntamente esta nueva variedad surgió en el sur de África, uno de los continentes menos vacunados del planeta, y expertos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, llamaron la atención sobre la presencia en ella de unas 30 mutaciones que la vuelven potencialmente más contagiosa.

Aunque hace relativamente poco tiempo que se anunció la existencia de esta cepa, ya hay casos sospechosos en varios lugares, entre ellos Alemania, Países Bajos (antes Holanda), Reino Unido, Bélgica, Hong Kong, Israel y Botsuana.

Las primeras reacciones han sido de pánico, entre ellas la caída abrupta de las cotizaciones en los principales mercados de valores occidentales, sobre todo en el precio de las materias primas, en particular del petróleo.

Además, Estados Unidos y Europa anunciaron la prohibición de los vuelos procedentes de un grupo de países del sur de África, lo que fue considerado como desmesurado por el gobierno de Sudáfrica.

La Cancillería de esa nación recordó que la OMS pidió a los líderes mundiales no actuar por impulso y precisó que ante esta crisis sanitaria global lo más importante es cooperar y compartir sin barreras de ninguna especie los conocimientos que se tengan sobre ella.

Cualquier forma de discriminación o exclusión en la distribución y uso de las vacunas traerá consecuencias para todos, ricos o pobres, advertencia ya hecha, pero no escuchada con atención.     



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