La solidaridad viaja otra vez en el buque 'Augusto César Sandino' rumbo a Cuba. Foto: ACN
Por Roberto Morejón (RHC)
La hermandad entre Cuba y Nicaragua se reafirmó con el envío de una nueva carga de alimentos desde la tierra de Augusto César Sandino a la de José Martí, gesto que a algunos parece disgustar.
El gobierno encabezado por el presidente Daniel Ortega informó sobre el traslado de un nuevo lote de contenedores.
Se trata del tercero en el año, atendiendo al impacto de la Covid-19 en la salud y la economía de la mayor de las Antillas, afectada asimismo por el recrudecido bloqueo de Estados Unidos.
La ayuda humanitaria de los nicaragüenses se inscribe en una hermosa tradición de vínculos, afincados desde el apoyo de los cubanos a los gestores de la Revolución Sandinista, entre ellos Carlos Fonseca y Tomás Borge.
Maestros, técnicos en diversas esferas y más recientemente vacunas creadas por los científicos nacionales, trasladó Cuba a la nación centroamericana desde el triunfo contra el dictador Anastasio Somoza, en 1979.
El propósito ha sido cubrir algunas de las necesidades de Nicaragua atendiendo a las restringidas capacidades económicas del archipiélago caribeño.
También los cubanos estuvieron atentos a requerimientos de los nicaragüenses en situaciones de emergencia natural, lo mismo que hicieron ellos con sus vecinos del Caribe por causas similares.
No por casualidad, Cuba y Nicaragua son blanco de sanciones de Estados Unidos, cuyas administraciones consideran una piedra en el camino los gobiernos independientes y defensores de la soberanía.
Recientemente La Habana saludó la decisión de Managua de retirarse de la OEA, Organización de Estados Americanos, uno de los ejes de una ofensiva feroz de Washington y la derecha continental contra el sandinismo.
La prensa corporativa secundó jubilosa la embestida, medularmente enfilada contra las elecciones de noviembre de este año, cuando resultó reelecto el presidente Daniel Ortega, con aproximadamente 76 por ciento de los votos.
También en los citados medios hegemónicos se habla de una crisis económica acentuada en Nicaragua, sin que nadie haga referencias a que más de tres millones de hogares recibieron el servicio eléctrico en los últimos años.
Pueblos esforzados, valientes y decididos a vencer, como los de Cuba y Nicaragua, se unen para colaborar con sus humildes recursos, a pesar de los que apuestan por la división.