Por: Guillermo Alvarado

Esta semana empezaron las reuniones para analizar y elaborar la segunda parte del informe de un grupo de expertos de la ONU sobre cambio climático, que contiene la abrumadora advertencia de que ya no es sólo cuestión de evitar el calentamiento global, sino de adaptarse para sobrevivir a sus consecuencias.

El presidente del panel internacional, Hoesung Lee, señaló que nunca ha habido tanto en juego por lo que es urgente que los gobiernos tomen medidas  efectivas para enfrentar un impacto devastador e inevitable sobre el planeta que creará un nuevo escenario.

Dicho de otra manera, ya quedó rebasado el tiempo de los avisos y las recomendaciones y se avecina el de la adaptación, en general para todas las especies que habitan el globo terráqueo y en particular para los seres humanos, responsables en buena medida de lo que está ocurriendo.

En las discusiones participan representantes de 195 países y el documento que salga de allí será publicado el 28 de febrero próximo y para elaborar sus conclusiones se van a utilizar estrechamente las ciencias económicas y sociales, aseguró Lee.

Las autoridades podrán encontrar en ese texto los conocimientos necesarios para tomar decisiones, agregó el experto.

En agosto de 2021 se divulgó la primera parte del documento, donde se precisó que en 2030, diez años antes de lo previsto, la temperatura global subirá en 1,5 grados centígrados con respecto a la denominada era preindustrial, iniciada a finales del siglo XVIII.

Si las cosas continúan como hasta ahora, pronto habrá lugares en el planeta donde será imposible la vida debido al calor y no eso es sólo una teoría. Durante el verano pasado en Canadá hubo más de 50 grados centígrados en algunas regiones, cuyo clima por lo general es moderado o frío.

El hombre ha utilizado de alguna manera combustibles fósiles en etapas de su desarrollo, pero desde que comenzó la explotación industrial de esos recursos en automóviles, fábricas, agricultura y otras actividades, hace aproximadamente un siglo y medio, el mundo comenzó a ser distinto.

Los expertos de la ONU le atribuyen a esos cambios la extinción de numerosas especies, la aparición de plagas y enfermedades, sequías o inundaciones y la pérdida masiva de cosechas que se traducen en hambre.

Según la Organización Meteorológica Mundial, en las dos últimas décadas más de cuatro mil 500 millones de personas sufrieron alguna catástrofe vinculada con el cambio climático.

Bien visto, entonces, pasó ya el tiempo de las cumbres y se aproxima el de la sobrevivencia.