Trabajadores limpian el litoral peruano tras el derrame de petróleo. 26 de enero de 2022.Cris Bouroncle / AFP
Por María Josefina Arce
Nada alentadora es la conclusión de una misión de expertos de la ONU sobre el derrame de casi 12 mil barriles de petróleo por Repsol en el Perú. De seis a 10 años perdurarán los daños a la costa oeste del país suramericano, cuyas autoridades han denunciado que la compañía española no está cumpliendo con su responsabilidad.
Los especialistas, que recorrieron las zonas dañadas, calificaron de grave el vertido, que la petroquímica española demoró en notificar a las autoridades peruanas, además de que mintió sobre la cantidad de barriles de crudo derramados y trató de achacar el lamentable hecho a un oleaje anómalo consecuencia de la erupción de un volcán submarino cerca de Tonga.
Incluso intentó responsabilizar a la marina peruana, alegando que no fue advertida de las condiciones del mar, cuando personas que se encontraban en la zona afirmaron que en ningún momento fueron testigos de un oleaje fuerte.
El suceso tuvo lugar el pasado 15 de enero y ya afecta 112 kilómetros cuadrados de mar y litoral, incluidas dos áreas naturales protegidas. Grave es el impacto ambiental, social y humanitario del vertido. Miles de pescadores y comerciantes han perdido su fuente de sustento, y las aves y mamíferos marinos continúan muriendo.
El gobierno del presidente Pedro Castillo se ha volcado de lleno a la limpieza de la región afectada con los medios con que cuenta, pero ha enfatizado que no dispone de la tecnología necesaria.
Las autoridades impusieron una primera multa de 122 MIL dólares a Repsol por no haber identificado e informado, en el plazo legal, cuáles son las áreas afectadas por el derrame.
Han denunciado que la empresa energética española no está cumpliendo con su tarea y que las leyes internacionales y nacionales enfatizan que cualquier accidente de este tipo tiene que ser resuelto por los responsables.
Pero Repsol trata por todos los medios de evitar asumir su responsabilidad y busca culpables. Ahora ha presentado una reclamación ante los propietarios del buque carguero italiano Mare Doricum y sus aseguradoras, que supone el inicio del proceso de cobertura de los daños por el derrame de petróleo. La nave era la encargada de la descarga del combustible.
Lo cierto es que la mayoría de las transnacionales intentan de una forma u otra esquivar su responsabilidad en los graves daños que por tener ganancias ocasionan al medio ambiente y a las comunidades circundantes, en una actitud totalmente despreciativa hacia la vida humana, animal y vegetal.
Expertos, ecologistas y organizaciones de la sociedad civil peruana han denunciado que hechos como el acaecido el pasado 15 de enero no son extraños para el país, que los gobiernos anteriores no han tenido un suficiente compromiso y voluntad como para adoptar una política que proteja la naturaleza y endurezca los requerimientos para las empresas foráneas.