El país ha logrado una estabilidad, gracias a las políticas implementadas por el ejecutivo de Luis Arce
Por: María Josefina Arce
Bolivia ha ido sorteando la difícil situación generada por más de dos años de pandemia, que además de la pérdida de vidas humanas y una crisis sanitaria llevó a un colapso económico mundial, a lo que se sumó para la nación suramericana la pésima gestión del gobierno golpista, presidido por Jeanine Áñez.
El país ha logrado una estabilidad, gracias a las políticas implementadas por el ejecutivo de Luis Arce, que llegó al poder en noviembre de 2020 tras imponerse en los comicios de octubre.
Inversiones en programas sociales, reactivación de la demanda interna, así como el aumento e incentivo a la producción fueron algunas de las acciones puestas en marcha en estos meses.
Las autoridades también reconocen el papel desempeñado por las inversiones del sector privado que han ayudado a que Bolivia se encamine a su reactivación económica.
Los expertos estiman que en la actualidad Bolivia es uno de los países latinoamericanos mejor posicionado económicamente, en lo que ha influido igualmente, destacan, la estabilidad política existente hoy.
Durante este tiempo el gobierno de Arce no olvidó a los sectores más humildes. Se realizó el pago del Bono contra el Hambre a más de cuatro millones de bolivianos para aliviar los efectos de la Covid-19.
Este bono fue la primera medida adoptada por el actual gobierno del MAS, Movimiento al Socialismo, que además de ayudar a los más afectados por la paralización de las actividades económicas, permitió dinamizar la demanda interna.
La atención a la salud de los ciudadanos ha coadyuvado a la favorable situación actual, tras la debacle del gobierno de Áñez, ilegalmente autoproclamada presidenta, y que llevó a que la nación suramericana estuviera entre las más afectadas de la región por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Arce y su ejecutivo implementaron un plan nacional de enfrentamiento a la Covid-19, que comprendió la intensificación de la vigilancia epidemiológica para evitar la propagación del virus y la realización gratuíta de las pruebas de diagnóstico.
Se garantizó, además, la rápida y adecuada atención médica y se impulsó la adquisición de vacunas para desarrollar la campaña de Inmunización en todo el territorio boliviano.
Bolivia retoma el rumbo de bienestar que trazó la llegada al poder en 2006 del Movimiento al Socialismo. A partir de ese momento el país se ubicó entre los de mayor crecimiento económico de América Latina y una mayor distribución de la riqueza.
El proceso liderado por el entonces presidente Evo Morales sufrió una ruptura por el golpe de estado de 2019, pero ahora tras la vuelta del MAS en el país suramericano se retoman las políticas a favor de todos y en busca de eliminar desigualdades.