Powerful pro-gun lobby group NRA seeks bankruptcy to avert lawsuit
Por: Guillermo Alvarado
En medio del duelo y el dolor de familiares y amigos de los 19 niños y dos profesoras, asesinados la semana pasado en una escuela de Texas, Estados Unidos, la polémica Asociación Nacional del Rifle, NRA por sus siglas en inglés, no renunció a celebrar su asamblea general que finalizó la víspera.
Si no por respeto, algo que evidentemente a esta gente le falta por completo, al menos sí por sentido común debieron cancelar o retrasar este evento festivo para ellos, donde los asistentes tuvieron a su disposición una variada exhibición de armas, incluidos los modelos utilizados en recientes matanzas.
La NRA presume de ser la organización de derechos civiles más antigua de ese país, aunque en realidad su fundación en 1871 no tiene nada que ver con eso, sino como un club destinado a promover los deportes de caza y pesca.
Fue hasta 1934 que incursionó en política al promover la Ley Nacional de Armas y pasaron varias décadas para descubrir el poder que tenía, al financiar a candidatos para diversos cargos, incluida la presidencia. Se convirtió así en un lobby de gran peso a nivel estatal y nacional.
Está vinculada al partido Republicano, pero si es posible invertir en determinada figura de los demócratas, tampoco se abstiene de hacerlo, porque lo importante para ellos no es la bandera, es ganar a toda costa.
Ante la indignación de una parte de la sociedad estadounidense, en estos días tuvieron voz sujetos que acusaron a los opositores a las armas de ser “borregos” de los medios de comunicación.
Quizás el más lamentable fue el expresidente Donald Trump, un fanático de la NRA, quien pronunció uno de los discursos centrales y aseguró que "La existencia del mal en nuestro mundo no es motivo para desarmar a los ciudadanos respetuosos de la ley".
El antiguo jefe de la Casa Blanca se niega a vincular los tiroteos masivos y los miles de muertos y heridos que causan cada año, a las asombrosas facilidades que tiene cualquiera para acceder a pistolas, revólveres, fusiles y ametralladoras con calibres reservados al ejército o la policía.
Al contrario, el magnate inmobiliario defiende la desatinada tesis de que mientras más pertrechada esté la gente, mayor seguridad tendrá, una muestra de cómo su pensamiento no tiene nada que ver con la realidad.
En la potencia norteña hay 120,5 armas de fuego por cada 100 habitantes, el mayor índice de todo el mundo. Allí también la principal causa de muerte infantil son las heridas de bala, por lo que tan seguro, no vive nadie.
La asamblea nacional de la NRA fue un insulto a la sensibilidad o, si se quiere ver así, una loa a la brutalidad, al lado más oscuro del ser humano y al afán desmedido de riqueza, un verdadero baile de buitres.