A lo largo de décadas se han perdido miles de vidas tratando de cruzar el Estrecho de la Florida para llegar a EEUU. Imagen / Cubadebate
Por María Josefina Arce.
Cuba siempre se ha pronunciado por una emigración segura, ordenada y regular. Sin embargo, la política hostil e irresponsable de Estados Unidos contra nuestro país en materia migratoria ha incentivado las operaciones de tráfico de personas, organizadas por elementos inescrupulosos residentes en el vecino país.
En los últimos días han tenido lugar lamentables sucesos, en los que incluso se han registrado acciones de violencia con armas de fuego contra nuestras tropas de guardafronteras, que protegen este país
El Ministerio del Interior precisó en una nota que durante el año en curso se ha producido un incremento de las incursiones de lanchas rápidas procedentes de territorio estadounidense para trasladar de manera ilegal hacia la vecina nación a ciudadanos cubanos, poniendo en riesgo sus vidas.
No podemos olvidar que desde el triunfo revolucionario, en enero de 1959, esta problemática ha sido un elemento esencial de la política de hostigamiento y agresividad de Washington contra La Habana, con un alto costo humano.
A lo largo de décadas se han perdido miles de vidas tratando de cruzar el Estrecho de la Florida, al tiempo que se han creado situaciones de inestabilidad en terceros países de la región, utilizados como puentes para llegar a la nación norteña.
Daniel Quintana, especialista de la Dirección General de Estados Unidos de la cancillería cubana, ha subrayado que por más de sesenta años, la política migratoria estadounidense hacia nuestro país ha sido una de las herramientas de su hostilidad, como el genocida bloqueo, los actos terroristas y las campañas de desinformación.
Y en ese contexto ha sido un elemento esencial la llamada Ley de Ajuste Cubano, única de su tipo en el mundo, que ofrece a los ciudadanos del archipiélago que llegan a suelo estadounidense la posibilidad casi automática de ajustar su estatus migratorio.
Tampoco podemos perder de vista el incumplimiento por Washington del otorgamiento de 20 mil visas anuales, según lo estipulado en los Acuerdos Migratorios bilaterales de la década del noventa del siglo pasado.
Bajo el mandato de Donald Trump, de 2017 al 2021, se interrumpieron los servicios consulares de Washington en La Habana, con el pretexto de supuestos ataques sónicos contra su personal diplomático, lo que nunca ha sido demostrado.
Y aunque la actual administración, presidida por Joe Biden, en mayo pasado anunció varias medidas positivas, el alcance es aún muy limitado en materia de visas y migración regular.
No significan tampoco un cambio respecto al criminal bloqueo, reforzado por Trump y que se mantiene. Una unilateral medida, condenada en la ONU desde 1992, encaminada a provocar desaliento entre los cubanos, mediante privaciones y necesidades.
Cuba aboga por mantener flujos migratorios desde y hacia el territorio nacional de una manera segura, ordenada y regular, para garantizar la integridad física de sus ciudadanos y poner un freno a la trata de personas, un delito que lamentablemente gana terreno en el mundo.