Imagen / La Critica
Por: Guillermo Alvarado
Además de dividir al mundo en dos bandos, donde los buenos son los chicos de la OTAN y los malos somos los demás, en la cita española de la alianza militar se trató por primera vez a la Federación Rusa como a un enemigo, y a China se la calificó de ser “un desafío sistémico”.
Son conceptos que desde siempre ha mantenido Estados Unidos, expresados en una política de sanciones permanentes y reiteradas contra Moscú y los intentos de frenar el desarrollo económico e industrial chino, entre los que figura la “guerra de aranceles” que aplicó Donald Trump.
Muy lejos parecen aquellos tiempos, como durante la cumbre del grupo militarista de Portugal en 2010, donde a Rusia se le consideró un “socio estratégico” porque existía, quizás, la esperanza de que la nación euroasiática doblara la cabeza, o las rodillas, y aceptase la hegemonía de la Casa Blanca.
Con marcado cinismo el documento titulado Concepto Estratégico asegura que la OTAN nunca fue una amenaza para la Federación Rusa y que no busca la confrontación, mentira que se pone en evidencia con sólo mirar un mapa de cómo se han desplegado sus fuerzas hacia el noreste de Europa.
La guerra fría no la inauguró la entonces Unión Soviética sino occidente, atemorizado por el valor y la fuerza del Ejército Rojo.
Respecto a China se abre un escenario turbulento, no sólo por la forma en que se expresa el documento fundamental emanado de la Cumbre, sino por la presencia en la cita de Madrid de representantes de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
Esto demuestra que la OTAN está dispuesta una vez más a cruzar sus fronteras para llevar su poder destructor a otros lugares del mundo, en este caso en Asia y el Pacífico, una amenaza que no se debe tomar a la ligera.
Ya algunos peones se habían adelantado en este tablero, entre ellos la alianza militar entre Reino Unido, Australia y Estados Unidos conocida como AUKUS, anunciada el 15 de septiembre de 2021.
Allí, por cierto, Washington mostró de nuevo el desprecio que siente por sus aliados, porque orilló a Australia al anular un convenio con Francia para la construcción de modernos submarinos valuado en 56 mil millones de euros.
La respuesta china a los dichos en Madrid contra esa gran nación no se hizo esperar, y en las primeras declaraciones del portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, éste afirmó que “la OTAN ignora la realidad y presenta los hechos al revés”.
Recordó que las manos de la alianza transatlántica están manchadas con la sangre de los pueblos del mundo, una verdad que hoy día nadie ignora y que muchos han vivido en carne propia.