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Por: Guillermo Alvarado

Las relaciones entre la Corte Suprema de Estados Unidos, donde hay una amplia mayoría de magistrados que fueron nombrados por administraciones republicanas, y el actual jefe de la Casa Blanca, Joseph Biden, son cada vez más tormentosas y hostiles.

En las últimas horas el tribunal máximo de ese país asestó otro duro golpe al programa de trabajo de Biden, cuando decidió que la Agencia de Protección Ambiental, EPA por sus siglas en inglés, no tiene potestad para emitir regulaciones a nivel nacional en materia de cambio climático.

Con este dictamen el proyecto sobre protección del medio ambiente, uno de los pilares de la campaña electoral de Biden, queda prácticamente en el vacío y será muy difícil que pueda cumplir con sus compromisos, tanto a nivel interno como entre la comunidad internacional.

La Corte Suprema no anuló por completo a la EPA, pero la obliga a que a partir de ahora el Congreso tiene que aprobar explícitamente sus decisiones, algo que no va a ocurrir porque las relaciones con el Organismo Legislativo son muy malas.

No en balde el mismo Biden calificó como devastador para su trabajo en este tema el dictamen de los jueces.

De esta manera, con la acostumbrada votación de 6 a tres, se juzgó a favor de una demanda presentada por 19 estados, que están entre los máximos contaminadores de la potencia norteña, y un grupo de empresarios que veían con temor la prohibición del uso del carbón a gran escala.

El caso también tiene un impacto a nivel global, pues Estados Unidos emite él solo el 14 por ciento del total de gases contaminantes del planeta, una cifra notablemente elevada.

Y no es que hasta ahora Biden haya hecho grandes cosas en la lucha contra el calentamiento global, más allá de regresar a ese país a los Acuerdos de París, de dónde lo había sacado Donald Trump.

A pesar de ser la nación más rica, todavía no se dan pasos concretos para financiar el fondo que permitiría a los menos desarrollados enfrentar las consecuencias del cambio climático y acomodarse a las transformaciones necesarias para salvar a nuestro hogar común.

Un reciente informe de expertos de la ONU indica que no se nota el impacto de políticas efectivas contra el aumento de la temperatura global, que sigue su tendencia al alza.

Sin embargo, la Agencia de Control Ambiental era una herramienta que bien usada podría dar resultados positivos, que ahora serán prácticamente imposibles porque es más importante proteger a unos cuantos magnates.