El senador Marco Rubio solicitó al FBI someter a examen a Puentes de Amor.
Por: Roberto Morejón
En la medida en que crecientes grupos de cubanoamericanos se manifiestan opuestos al bloqueo de las administraciones en Washington contra la mayor de las Antillas, poderosos intereses y facciones obstaculizan esa tendencia.
La extrema derecha de la emigración de origen cubano amplificada por legisladores que alegan similar procedencia, hace campaña contra quienes abogan por la flexibilidad en el bloqueo y por garantizar los intercambios entre las familias.
Haciendo trizas lo que califican de apego por la libertad de expresión, los fanáticos en Miami pretenden silenciar, atemorizar y hacer desistir de su empeño a cubanoamericanos deseosos de una relación serena entre Estados Unidos y la patria de José Martí.
Afirman los ultraconservadores que los que así se pronuncian son lo que describen como partidarios del régimen de
Dos de los blancos predilectos de las baterías de los defensores de que el cerco sobre los cubanos del archipiélago se cierre, son el proyecto Puentes de amor y la agrupación Alianza Martiana.
Esta última reúne a organizaciones de emigrados en Estados Unidos, rechaza el bloqueo y aboga por el respeto al derecho de Cuba a la soberanía y la autodeterminación.
Alianza Martiana, la cual eligió a la activista Elena Freyre como presidenta, está integrada por patriotas comprometidos con Cuba, subrayó el canciller Bruno Rodríguez.
Mientras Puentes de amor, con el profesor Carlos Lazo al frente, cometió el pecado, según la liturgia conservadora de Miami, de aunar voces con posturas encaradas a las expuestas por la decadente industria del anticastrismo.
En lugar de promover la desestabilización y el terrorismo, coordinan dentro y fuera de Estados Unidos expresiones pacíficas para exigir la eliminación de trabas al envío de remesas y a otros intercambios entre los cubanos.
El senador Marco Rubio, quien alega buscar la democracia para los cubanos, solicitó al Buró Federal de Investigaciones someter a examen a Puentes de Amor para determinar lo que llamó una actuación como agente extranjero, informó El Nuevo Herald.
De confirmarse tal arranque, sería una evidencia de cómo el senador concibe la democracia, basada según él revela, en la manifestación del pensamiento único, el acuñado en Washington y por los extremistas.
Son estos últimos, quienes hasta queman banderas, los que envenenan la atmósfera.
