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Por: María Josefina Arce
Más allá de las incontables muestras de aliento, los cubanos se han movilizado desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisi para brindar su ayuda solidaria a Matanzas, tras el incendio de grandes proporciones en la base de supertanqueros de esa ciudad occidental provocado por el impacto el pasado viernes de un rayo en uno de los tanques de combustible.
De inmediato se activó el sistema de salud a nivel nacional y se crearon las condiciones en las distintas provincias para prestar asistencia médica a decenas de lesionados por el fuerte siniestro.
Brigadas de profesionales de la salud de Villa Clara, Camagüey, Ciego de Ávila, Artemisa y Mayabeque y demás territorios del archipiélago se prepararon para ayudar a sus colegas de Matanzas en la atención a los damnificados.
En La Habana varias instituciones sanitarias acogieron a algunos de los lesionados, quienes recibieron la atención médica requerida. Los centros hospitalarios, subrayaron desde un primer momento las autoridades, cuentan con los recursos humanos y materiales necesarios para brindar una adecuada asistencia.
Destacable ha sido la labor de los estudiantes de Ciencias Médicas de Matanzas, que ya durante la pandemia por la COVID 19 mostraron su valía, y ahora ante el lamentable suceso atendieron, sin descanso, en el hospital provincial a las víctimas del incendio.
Resaltan los cientos de donaciones de sangre efectuadas en la provincia de Matanzas, una cifra que crece con el paso de las horas, y es una muestra más de la solidaridad de los cubanos que se ha replicado en el resto de las regiones de la Mayor de las Antillas.
Miles de matanceros han sido llevados desde el viernes último a lugares seguros para resguardar sus vidas, y allí han contado no solo con el apoyo de las autoridades y personal sanitario, sino también de vecinos, agricultores y trabajadores privados, quienes ofrecen comida, alojamiento o transportación de pasajeros para asistir en las distintas labores.
Hasta la occidental provincia viajaron también miembros de la Cruz Roja y de los Equipos de Rescate y Salvamento de las cercanas Artemisa, Mayabeque y La Habana, entre otros territorios, para ayudar en las labores de contención del fuerte incendio y evitar su propagación.
A tres meses de la lamentable explosión en el Hotel Zaratoga, en La Habana, se vuelve a enfrentar Cuba a un doloroso suceso, y otra vez sin pensarlo dos veces, los cubanos dan muestra de su disposición de ayudar en lo que sea necesario.
De dejar atrás familia y amigos, de enfrentar nuevamente a la muerte para salvar la vida de sus compatriotas de cualquier rincón del archipiélago. Ardua y heroica ha sido la labor de los bomberos y rescatistas de Matanzas y otras provincias que le restan horas al descanso para proteger a la ciudadanía.
Los cubanos siempre se levantan y sacan ese extra que nos lleva a extender la mano, a dar lo que tenemos en beneficio de otros, pues no hay nada más importante que la vida de un ser humano.