Por María Josefina Arce
El cambio climático fue uno de los tópicos abordados por los oradores en la primera jornada del segmento al más alto nivel del periodo 77 de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se inició este martes en la sede del organismo internacional en la ciudad de Nueva York y se extenderá hasta el día 26.
El planeta está literalmente en llamas, así resumió el secretario general de la ONU, António Guterres, la crisis ambiental qué enfrenta el mundo y que representa un peligro para la humanidad.
Al inaugurar las sesiones, Guterres llamó a los líderes mundiales a abordar con urgencia el calentamiento global, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación. En ese camino urgió a dejar la dependencia de los combustibles fósiles e impulsar el uso de las fuentes de energía renovable.
A ese acuciante problema también se refirió en su primer discurso ante la ONU, el presidente de Colombia, Gustavo Petro. Señaló que la selva, el pilar climático del mundo desaparece con toda su vida.
La nota discordante en ese sentido fue nuevamente el jefe de estado brasileño, Jair Bolsonaro, quien además de utilizar esa tribuna para fines electorales, afirmó que su país es un ejemplo ante el mundo en cuanto al cuidado del medio ambiente.
Una falacia repetida por el mandatario y que las estadísticas se encargan de desmentir. En el primer semestre de este año la deforestación de la Amazonía batió todos los récords.
El área destruída es 80% más grande que en el mismo periodo de 2018, el año anterior a la llegada al poder de Bolsonaro, de acuerdo con un estudio del Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía, una organización brasileña sin fines de lucro.
La realidad es que el mandatario ha incentivado la minería y las actividades de las industrias maderera y agropecuaria en la mayor selva tropical del planeta, poniendo en riesgo su biodiversidad y la supervivencia de los pueblos indígenas que la habitan.
Es opinión de muchos que Bolsonaro ha tratado de eliminar, neutralizar y deshacer las leyes y las organizaciones encargadas de proteger la Amazonía.
Los expertos alertan que la situación es cada vez más alarmante, pues además de albergar numerosas especies de animales y plantas y de producir agua, la Amazonía absorbe miles de millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera, lo que mitiga el cambio climático.
Hoy el mundo está seriamente amenazado, entre otros graves problemas, por el cambio climático. Son incontables las alertas en ese sentido, ignoradas por muchos para seguir aumentando sus ganancias. Pero como afirmara el secretario general de la ONU, António Guterres, es necesario la adopción de inmediatas medidas, si queremos dejar a las futuras generaciones un planeta habitable.
