Por María Josefina Arce

México ha vuelto a demostrar su incondicional amistad con Cuba. Tras el devastador paso del Huracán Ian, que con categoría 3 en la escala Saffir Simpson afectó a principios de esta semana el occidente cubano, se ha hecho  efectiva de inmediato la ayuda solidaria del hermano país.

A nuestro territorio arribaron en las últimas horas dos aviones procedentes de suelo mexicano, con material eléctrico para contribuir a la reparación de la red en la provincia de Pinar del Río, la más afectada por el evento meteorólogico.

El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que esta ayuda determina la continuidad del intercambio entre ambas naciones, de manera constante en los últimos años.

No olvidemos que cuando el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas, en agosto pasado, México igualmente se hizo presente con su invaluable contribución. Insumos químicos llegaron al archipiélago para poder sofocar el siniestro de grandes proporciones.

Asimismo, miembros de las Fuerzas Armadas y técnicos de Petróleos mexicanos viajaron a Cuba para, junto a los bomberos cubanos, ayudar a controlar el incendio.

Ya con anterioridad el hermano país había dado muestras de su solidaridad con el pueblo de la Mayor de las Antillas. Durante la COVID 19 y en medio del recrudecimiento del genocida bloqueo norteamericano, envíó alimentos e insumos médicos, necesarios para atender a los enfermos del virus.

Barcos mexicanos llegaron a nuestro país con jeringuillas, medios de protección para el personal de la salud, tanques de oxígeno, diversos alimentos y combustible.

La nación antillana por su parte, como muestra también de esa solidaridad presente en las relaciones bilaterales envió profesionales de la salud a suelo mexicano para ayudar al enfrentamiento al virus.

López Obrador por demás, fue constante en su denuncia del reforzamiento del cerco económico en el contexto de una pandemia mundial por la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Condena contra la unilateral medida, rechazada por la comunidad internacional en la ONU, que no ha dejado de escucharse desde que López Obrador asumió la presidencia de México en 2018.

Una larga historia  de amistad une a Cuba y México, que siempre ha acompañado al pueblo cubano, no solo en momentos extraordinarios, sino de manera sistemática.