Por: Roberto Morejón
Cubanos y venezolanos, entrenados en cooperar con los recursos disponibles aun en medio de estrecheces materiales, tienen motivos para preocuparse y alentar al otro pueblo, en virtud de sendos desastres acaecidos en los dos países.
La mayor de las Antillas trata de levantarse después del demoledor cruce del intenso huracán Ian por la occidental provincia de Pinar del Río, con impacto en territorios contiguos.
Un deslave arrasó el poblado de Las Tejerías, en el estado venezolano de Aragua, con el saldo de más de una veintena de muertos y desaparecidos.
En medio del dolor, la estupefacción inicial y el respaldo a los damnificados, cubanos y venezolanos cuantifican los daños materiales y apelan a recursos internos para recobrarse del quebranto.
En momentos tan espinosos, la ayuda mutua vuelve sobre el tapete. Venezuela envió a Cuba barcos con alimentos y equipamiento para restablecer el sistema electroenergético, sobre todo en Pinar del Río, donde casi todo el tendido fue al piso.
En Venezuela, médicos cubanos que laboran allí reforzaron a sus compañeros en Aragua, ante el deslave, y otros más dijeron estar listos para imitarlos.
Las autoridades de cada país enviaron mensajes a sus homólogas para lamentar las tragedias concernientes y alentar en medio del resarcimiento de los perjuicios, una tarea nada fácil.
Cuba y Venezuela sufren limitaciones materiales a causa de las sanciones de Estados Unidos e intentos de aislamiento.
Pero Cuba y Venezuela se escudan en un convenio de colaboración trazado por los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez que, contra viento y marea y no exento de obstáculos, ha tratado de responder a los requerimientos de las partes.
Ya se sabe de la presencia de casi veinte mil médicos cubanos en Venezuela, donde despliegan
Tiene razón el presidente Nicolás Maduro al resaltar que “los modelos de cooperación entre ambas naciones son ejemplo de lo que se puede hacer entre dos pueblos que nos consideramos hermanos”.
El paso del huracán Ian por el occidente de Cuba y el deslave en Aragua se han registrado cuando la mayor de las Antillas y Venezuela acometen proyectos para desarrollar sus economías, fuertemente golpeadas, y elevar el bienestar de las poblaciones.
Como señalara el embajador venezolano Adán Chávez, Cuba no está sola en la adversidad y lo mismo puede afirmarse del país natal del diplomático.