Por María Josefina Arce
En las labores de recuperación que se desarrollan en el occidente de Cuba, tras los graves daños causados por el huracán Ian, se ha puesto gran empeño en la infraestructura de salud para garantizar los servicios a la población.
El fenómeno meteorólogico afectó numerosas instalaciones, en especial consultorios del médico y la enfermera de la comunidad, un eslabón esencial en la atención a los pobladores de cada área.
No olvidemos que en los consultorios se da seguimiento a las embarazadas, niños y a las personas con enfermedades como la hipertensión y la diabetes, entre otras. Además estas instalaciones son escenario de las campañas de vacunación que desde la década del 60 del siglo pasado se desarrollan en Cuba para prevenir dolencias como la poliomielitis.
De ahí que desde el primer momento para no dejar sin atención a quien lo requiera, se trazó una estrategia que comprende la reorganización y reubicación en otros locales de los servicios, el reforzamiento de la atención médica en los lugares donde sea necesario y su aseguramiento en los centros en los que permanecen personas evacuadas.
Igualmente se mantiene una estrecha vigilancia de la situación epidemiológica, pues es sabido que el paso de fenómenos meteorológicos como Ian pueden desencadenar diversas afecciones.
Tampoco se puede perder de vista a la COVID 19, aunque el país tiene un control del virus; la cifra de casos ha ido descendiendo notablemente en las últimas semanas y en la actualidad es infima, al tiempo que no se reportan pacientes graves, ni críticos.
Una muestra de la efectividad de los protocolos puestos en marcha en el territorio nacional para enfrentar la dolencia y la eficacia de las vacunas creadas por nuestra comunidad científica.
La estrecha vigilancia sobre la situación del dengue forma también parte de la estrategia de las autoridades de salud. Hay que evitar la proliferación del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de esta enfermedad, para lo cual es constante el chequeo en las comunidades y el diálogo con sus pobladores.
Y paralelo a todas estas acciones, equipos del Ministerio de Salud Pública no han dejado de respaldar las labores de recuperación de las instalaciones sanitarias, al tiempo que brindan un especial apoyo a su personal afectado por el huracán Ian .
El trabajo de recuperación en Pinar del Río y territorios aledaños es amplio y no solo abarca viviendas, red de electricidad y telefonía, sino que se extiende a todos los sectores para garantizar derechos esenciales como la salud de cada ciudadano, una prioridad de las autoridades cubanas.